Mayo 4 de 2021
La renuncia del ministro Carrasquilla, autor de la reforma tributaria que tumbó el
pueblo, resumen la gran importancia de las jornadas de lucha que no cesan desde que
arrancaron el 28A, que es la continuidad de las luchas del 21N del 2019 y del
levantamiento del pueblo bogotano en septiembre del 2020.
Queda claro que estamos de cara a un estallido social de grandes repercusiones
presentes y futuras, asistimos a un favorable desarrollo del movimiento político y de
masas que está trastocando la política nacional pues sacude al régimen que ve la falta
de gobernabilidad de Duque-Ulribe y se pone en vilo el poder oligárquico.
La convocatoria y preparación del paro del 28 A por parte del Comando Nacional de
Paro-CNP-, donde involucraron los comandos departamentales y municipales de paro, a
pesar que fue exitosa hasta el punto de convertirse en un estallido social, se perciben
falencias de la dirección en tomarle el pulso al estado del movimiento y fue
nuevamente desbordada por las masas y verse obligada por la contundente y masiva
participación el 28 A, a declarar en horas de la noche del 28 A, la continuación del paro
el 29 A, pero sin haber sido preparada su continuidad, menguando paulatinamente la
participación en los días siguientes que perduró el estallido.
Los trabajadores y el pueblo dieron una respuesta contundente a este mal gobierno, al
nefasto proyecto de reforma tributaria, a la política guerrerista del régimen, a las
incoherencias en el manejo de la pandemia, al demagogo plan nacional de vacunación,
a la sordera y subvaloración de los clamores del pueblo.
En este estallido la juventud
jugó un papel protagónico como lo hizo el 21 N y 22 N de 2019
Esta respuesta expresó la disposición de las masas para la lucha, no solo en las capitales
de los diferentes departamentos del país, sino también en medianos y pequeños
municipios de Colombia y hasta en decenas de consulados del exterior, evidenciándose
la tendencia del ascenso en la lucha de masas, aunque tenga la debilidad de no contar
con la adecuada dirección del CNP y el Pacto Histórico, situación que debe ser canalizada
con una dirección acertada del movimiento, preparando en unidad con todos los
sectores populares, democráticos y progresistas, este tipo de acciones de confrontación
al gobierno y al régimen. No es la concertación con el gobierno y el régimen como se
logra hacerlo retroceder, es con la confrontación, mediante la lucha directa de masas
como se doblega la política del régimen y se obliga a negociar reivindicaciones concretas
en favor del pueblo, que a la vez lo estimulan para seguir dando la lucha.
El pueblo no se dejó intimidar con la llamada pandemia, porque ha entendido que es
más peligroso la hambruna que traerán estas medidas económicas y las muertes de su
política guerrerista, que el mismo COVID 19, ni tampoco con la maniobra del régimen
con la arbitraria y antidemocrática orden del Tribunal Administrativo de Cundinamarca
de aplazar el paro, por el contrario, enfureció mas al pueblo y estimuló su participación.
Los trabajadores aplicaron la consigna: si en “pandemia” tienen que salir a trabajar
pueden salir a protestar”, pero lo hicieron con todas las medidas de bioseguridad que el
gobierno exige para ir a trabajar pero que no las garantiza.
El tratamiento guerrerista que habitualmente le imprime el régimen a la protesta social
y popular no fue la excepción en esta justa lucha del pueblo, por el contrario, se repitió
y agudizó el abuso policial y del ESMAD ocurrido en el bogotazo del 9,10 y 11 de
septiembre de 2020, con lesiones graves y asesinatos de decenas manifestantes por
parte de la fuerza pública, detención de centenares de manifestantes y desaparición de
otros. Además, se montó otro modo de manejo de los levantamientos populares con
una presentación de las protestas asociándolas con zozobras por robos y asaltos a
negocios y viviendas fortaleciendo el papel de los organismos de inteligencia para
infiltrar las protestas, vandalizar y achacársela a los manifestantes; la infiltración de la
fuerza pública en las protestas, se evidenció con la denuncia de un congresista en una
ciudad del eje cafetero que detectó infraganti a 3 policías vestidos de campesinos dentro
de las manifestaciones y un policía con chaleco antibala herido por el ESMAD y
detectado por un manifestante en otra ciudad. Ni con el terrorismo de Estado, ni con la
orden presidencial de militarización de las protestas logró el gobierno intimidar a los
manifestantes por el contrario los enfureció aún mas. Ni siquiera con el envió de 1.300
policías a la ciudad de Cali con el aval de su alcalde, logró calmar los ánimos ni
desbloquear las vías. A pesar del empeño del régimen por deslegitimar esta protesta
calificándola como violenta, no lo logró
Fue tan contundente la respuesta del pueblo, a la que se sumaron sectores
democráticos y progresistas, que puso a titubear al presidente Duque, un día anunció
modificaciones al proyecto y llamó a un consenso con lo partidos políticos y
empresarios, al otro día ordenó la militarización de las zonas urbanas para masacrar a
los manifestantes violando la constitución, lo cual fue rechazado por los alcaldes de las
principales capitales del país; como ninguno de estos anuncios le dio resultado, al otro
día se vio obligado por la presión popular a anunciar el retiro del proyecto de reforma,
triunfo del pueblo que será un estímulo y lo envalentonará para seguir peleando contra
la privatización de los pocos activos del Estado que han anunciado los empresarios como
salida, y exigir la interlocución del movimiento social y popular para atender sus
demandas e incluso exigir la renuncia de Duque que ha cogido fuerza en este
momento de convulsión social, a lo cual debe sumarse la exigencia de la convocatoria a
elecciones de forma inmediata para elegir un gobierno democrático que responda a las
exigencias populares.
La contundencia de este paro, reconocida incluso por algunos medios de comunicación
masiva y sectores burgueses y el logro obtenido, pone en mas aprietos al gobierno, que
debe ser aprovechado por el pueblo y los diversos sectores democráticos y progresistas para avanzar en una perspectiva democrática, cohesionando, además de un vasto
movimiento de oposición, una fervorosa campaña por un gobierno democrático.
Hacemos un llamado a las diferentes fuerzas políticas y sociales que hacemos parte del
CNP, de los comandos departamentales y municipales de paro, a seguir trabajando en
unidad de acción, acercando más sectores comprometidos con la lucha contra el
gobierno y el régimen, no es el momento de las luchas aisladas y por objetivos
individuales o de grupo; es el momento de la unidad y el trabajo por elevar la lucha de
masas contra las políticas y reformas gubernamentales, y en esa vía obligar al gobierno
a negociar el pliego de emergencia. Saludamos las decisiones del Comando Nacional de
Paro-CNP- ampliado con los comandos departamentales y municipales el 3 de mayo
apoyando las luchas que se sigue danto en las calles y la convocatoria a una gran
movilización el 5 de mayo para exigir negociación del pliego de emergencia.
Invitamos a la bancada alternativa a mantener su posición en el Congreso de rechazo
al gobierno, en favor y beneficio de los trabajadores y el pueblo, vinculándose
activamente a la movilización y al desenmascaramiento de la burguesía y aquellos
sectores oportunistas que quieren canalizar la inconformidad popular, posando de
redentores y salvadores de un país que no olvida su condición de explotadores y
verdugos del pueblo.
¡¡¡RENUNCIA DUQUE!!!
¡¡¡ELECCIONES YA… POR UN GOBIERNO DEMOCRÁTICO Y POPULAR !!!
MOVIMIENTO POR LA CONSTITUYENTE POPULAR-MCP-COLOMBIA
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