jueves, 22 de diciembre de 2022




DECLARACIÓN POLÍTICA DEL PCP (m-l)


¡ABAJO EL ESTADO DE EMERGENCIA DECRETADO POR EL GOBIERNO USURPADOR!
¡EL PUEBLO EXIGE REFORMAS Y SALIDAS CONCRETAS A LA CRISIS POLÍTICA!
¡FUERA DINA BOLUARTE, SU CONSEJO DE MINISTROS Y JOSÉ WILLIAMS ZAPATA!


La situación de crisis política que vive el país en los últimos 7 días ha tomado nuevos rumbos, el
movimiento popular, antes reprimido y satanizado con el fantasma del terrorismo, ha salido a las
calles cansado de tanto abuso y prepotencia de la burguesía parasitaria del Perú. El golpe de
Estado parlamentario contra Pedro Castillo ha significado un golpe que el movimiento popular no
está dispuesto a tolerar y ha dado paso a un gran levantamiento a lo largo y ancho del país, que
desde el 15 de este mes se levanta de manera orgánica a través de los frentes regionales y
organizaciones populares para exigir que se vayan todos los corruptos del poder y se implementen
las reformas que desde la época de la dictadura fujimontesinista no se han llevado a cabo.

Se exige:
- La inmediata renuncia de la usurpadora Dina Baluarte con su Consejo de ministros
asesinos, y la disolución del Congreso que preside el acusado por violación de derechos humanos y
la masacre de Accomarca José Williams Zapata. Para que con un gobierno transitorio pueda
llevarse adelante los procesos de reforma política necesarios para el desarrollo del país. Así
mismo, se exige la sanción penal a estos miembros del Poder Ejecutivo y Legislativo por el
asesinato de 7 peruanos en contexto de protesta social.
- Se exige que se sancionen penalmente a los policías y mandos responsables por los
asesinatos de 7 peruanos, de los cuales 2 son adolescentes. Así mismo se releve de sus mandos a
todo el personal militar y policial que haya dado instrucción de usar armas de fuego y
francotiradores para reprimir a la población en Apurímac, Ica y Arequipa.
- Se exige la convocatoria a elecciones en el menor plazo, primer semestre de 2023.
- Se exige la Convocatoria a una Asamblea Constituyente Soberana y Popular, que albergue
la participación de los sectores populares organizados por rama de actividad, sindicatos,
federaciones y gremios y no solo la admisión de los partidos con registro electoral, todo esto con
el objetivo de construir una Constitución Política que preserve las prerrogativas de soberanía
nacional, pluralidad en el desarrollo económico, se prohíban los monopolios, estimule la
participación del Estado en la economía y acabe con su papel subsidiario. Así mismo que asegure
estabilidad laboral, educación, salud y seguridad social como prioritarios, así mismo siente las
bases para una planificación del desarrollo nacional con el reconocimiento del derecho de la
propiedad de sus territorios para las comunidades campesinas y nativas, se busque la seguridad
soberanía alimentaria; así mismo la preservación del agua y los recursos naturales del país.
- Se exigen reformas para la democratización del sistema electoral, para que haya la
posibilidad de inscripción de más partidos que representen las aspiraciones de los trabajadores y
los pueblos y no solo se conserven con los viejos partidos de la derecha que con prebendas y
maniobras impiden la inscripción de nuevos partidos a nivel regional y nacional.
Hacemos un llamado al pueblo trabajador para que con su lucha construyamos referentes
orgánicos que puedan centralizar la protesta y programa popular, en un gran frente democrático
que conduzca las luchas de los trabajadores y los pueblos en la presente etapa.


¡En esta lucha nadie se cansa!
¡Todos a las calles por una Asamblea Constituyente Soberana y Popular!
¡Abajo el Estado de emergencia del gobierno usurpador!



Nilo Candela – Secretario General
Partido Comunista Peruano (Marxista-Leninista)
14 de diciembre de 2022


 

martes, 6 de septiembre de 2022


El miercoles 7 de septiembre inviatamos al conversatorio en la Universidad de Santiago, para discutir las causas de la caida de la Unidad popular y sus consecuencias. estaran presentes nuestro vocero emilio Leon y Enrique Saenz director de la revista "America Revelde". 

sábado, 13 de agosto de 2022


 

 

 

El Estallido Social de Octubre causo un espanto profundo en la burguesía nacional, que vio peligrar el sistema capitalista después de décadas imponiendo su voluntad. El mismo efecto tuvo en la pequeña burguesía representada en los partidos de la ex Nueva mayoría y toda la Derecha, ambos bloques desahuciados por el pueblo, corrieron al rescate del sistema que les da de comer. Desde la UDI hasta el Partido Socialista, incluyendo al Frente Amplio, dirigido por Boric cocinaron a puerta cerrada el “Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución” con la finalidad de encauzar la protesta popular hacia la vía institucional, apagar el incendio y asegurarse que nada se salga del régimen Democrático Burgués, amarrando el proceso constituyente de manera de eliminar cualquier posibilidad de convocar a una Asamblea Constituyente elegida desde la base, Asamblea con el poder de cambiar de manera radical el país. Los mismos de siempre eligieron una Comisión Técnica para redactar las reglas del juego, ley 21.200 que establece el procedimiento para elaborar la Nueva Constitución, metiendo de contrabando el artículo 135 con disposiciones especiales para impedir el cambio del sistema.

 

“El texto de Nueva Constitución que se someta a plebiscito deberá respetar el carácter de República del Estado de Chile, su régimen democrático, las sentencias judiciales firmes y ejecutoriadas y los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes”.

 

 

La gran mayoría del pueblo que voto por la opción Apruebo no se enteró de como se había tramado el acuerdo a sus espaldas. Al conformarse la Convención Constitucional se aceptó las disposiciones del artículo 135, que sentencia la inviolabilidad de los tratados internacionales de comercio, esta condición le puso la lápida a la nacionalización del cobre, una de las banderas históricas de la izquierda, y a la recuperación por parte del estado de los fondos de pensiones en las que invierten grupos económicos extranjeros, los más beneficiados por los tratados de libre comercio.

 

El resultado final del trabajo de los convencionales es un texto, que pretende consagrar una cantidad importante de derechos para sectores históricamente marginados y una nueva forma de ejercer el poder de manera más transversal y descentralizada. Construir un Sistema de Seguridad Social que otorgue derechos fundamentales como salud, educación vivienda y pensiones de manera solidaria, sin la intervención del capital privado.

 

Al analizar la propuesta más allá del tono casi épico en la redacción de la centena de artículos que la conforman, las grietas que se abren entre líneas dejan la mayor parte del sistema intacto. Desde el comienzo resalta el carácter progresista y rupturista de la propuesta, pero a medida que avanzamos en la lectura se descubren las herramientas para torcer los grandilocuentes artículos.

 

En cuanto a al Sistema de Seguridad Social deja la puerta abierta para que sigan operando las AFP, que continuaran manejando los fondos actuales, el futuro ente que administrará los fondos de pensiones podrá capitalizar en la bolsa tal como el sistema actual, alimentando a los grandes monopolios que usan los ahorros de los trabajadores como banca personal.

 

El sistema único de salud no presenta una línea que defina cómo se integrarán los hospitales públicos y privados que seguirán operando como empresas con fines de lucro y si bien se declara el fin de las ISAPRES (compañías de seguros que no prestan servicios médicos) no impide que sigan funcionando como seguros complementarios ya que tampoco se asegura la cobertura de todos los tratamientos.

 

Se consagra la educación gratuita en todos los niveles, pero no plantea la democratización de las instituciones educacionales, ya sea en universidades, institutos o liceos, no hay espacio para los estudiantes y trabajadores en la toma de decisiones que los involucran, ni se plantea el financiamiento por parte del Estado para fortalecer las Universidades públicas y así terminar con la política del autofinanciamiento que las obliga a regirse por las reglas del mercado.

 

Todos los derechos sociales que se consagran no tienen asegurado su financiamiento en la Constitución, por ejemplo, asignar un porcentaje del PIB o las ganancias de CODELCO, por lo que la concreción de estos dependerá del gobierno de turno, que evaluará si la economía nacional puede soportar el gasto social, o sea una Nueva Constitución en la medida de lo posible.

 

Uno de los puntos más importantes que no debatieron los convencionales son los referentes a las garantías de la FFAA, no se elimina la Justicia Militar, sigue intacto el financiamiento con las ganancias de CODELCO, continúan con un sistema previsional preferente, que desangra al Estado. Pretende democratizar las escuelas matrices otorgando gratuidad, pero bajo el control de las mismas FFAA fascistas. Al parecer el fantasma de Pinochet sigue presente recordándole a los convencionales quien manda.

 

Se destaca la negociación de los sindicatos por rama de producción como contrapeso al poder de la patronal, pero que aún está sujeto a la mantención de turnos éticos durante la huelga, debilitando el único medio que tienen los trabajadores para defender sus derechos, pero a cambio ofrece la opción a los sindicatos de participar en los directorios de las empresas para incidir en las decisiones que los afectan. Las empresas que cuentan con directorio son en su mayoría Sociedades Anónimas que representan menos del 10% de las empresas en Chile. El 80% de las empresas nacionales son pequeñas y medianas con menos de 200 trabajadores quedando en las mismas condiciones que la Constitución del 80 con el Plan Laboral de Pinochet. Por otra parte, no elimina la subcontratación, sector que no podría participar en los directorios de empresa. Claramente en la redacción de la Nueva Constitución no se escuchó a los trabajadores.

 

Si bien se consagran múltiples derechos: a la vivienda digna, educación gratuita en todos los niveles, derecho a la salud y pensiones justas, además de derechos a mujeres, pueblos originarios, disidencias sexuales que aseguren el respeto y la inserción en todos los niveles de la sociedad en iguales condiciones, estos no están garantizados ya que no existe una herramienta jurídica eficaz que proteja y permita exigir el cumplimiento de estos derechos fundamentales.

 

En la Constitución de Pinochet, modificada por Aylwin y Lagos, existe el llamado “Habeas Corpus” o Recurso de Amparo, una acción que tiene el fin de proteger a las personas contra los abusos del Estado y Privados que es vista por la Corte Suprema de Justicia. En el Proyecto de Nueva Constitución es sustituida por la Acción de Tutela. A diferencia del Habeas Corpus, todas las Acciones de Tutela tienen que pasar por una comisión, que verifique que no existe ninguna otra ley que resuelva el problema, de ser así no se acogerá la Acción de Tutela, en caso favorable ira a un Tribunal de Primera Instancia, que ve casos civiles entre privados, no delictuales, o sea lo vería un juez sin experiencia en derecho constitucional, un tribunal con menos fuerza, que está expuesto a las presiones políticas de empresas y monopolios con ejércitos de abogados y parlamentarios a sueldo. Si esta acción no se resuelve en el Juzgado de Primera Instancia va a uno de Segunda Instancia y así hasta llegar a la Corte Suprema a una instancia administrativa y quedar durmiendo.

 

Todo lo que se pudo haber avanzado en este proyecto de Constitución quedará en letra muerta sin una herramienta jurídica eficaz que realmente nos proteja. La Acción de Tutela como está planteada solo favorece a los grandes monopolios los que podrán presionar con todo su poder a tribunales sin experiencia y sin el respaldo necesario como el que tiene la Corte Suprema.

 

Muchos pensarán que esta constitución representa un gran  progreso para el pueblo, pero no toca la columna vertebral del sistema capitalista, esto no quiere decir que se pretenda hacer la Revolución Socialista por secretaria, pero lo que se esperaba de los convencionales autoproclamados como la verdadera izquierda, representantes del pueblo, fuera de los fracasados partidos políticos,  era que propusieran nuevos mecanismos y herramientas para la defensa del pueblo y los trabajadores, fortalecer su organización y abrir camino hacia la construcción de un Gobierno Popular Democrático en base a las organizaciones populares con democracia directa.

 

El proyecto de Nueva Constitución como producto final del proceso que sofocó el incendio del Estallido Social es el final de una estrategia que dejará las mismas grietas por donde se colará la Constitución de Pinochet.

 

Los comunistas revolucionarios, que denunciamos la traición del “Acuerdo por la Paz” y el plebiscito mutilado, nos declaramos fuera de cualquier proceso que no nazca de la lucha del pueblo por una Asamblea Constituyente Soberana y Popular que termine con la hegemonía de los grandes monopolios, la burguesía nacional y el imperialismo, entregándole al pueblo y los trabajadores la herramienta para construir un Chile justo libre y soberano.

 

 

DIRECCION NACIONAL

PARTIDO COMUNISTA REVOLUCIONARIO DE CHILE

 

Agosto 2022

viernes, 29 de abril de 2022


 

Manifiesto del 1 de Mayo

¡Frente a la crisis, la revolución social!

¡Ante la guerra de las potencias imperialistas, la lucha revolucionaria para poner fin al dominio del capital!

 

En medio de un mundo en el que los problemas económicos, políticos y sociales se profundizan, y los dueños del gran capital descargan sobre clase obrera y los pueblos los efectos de la crisis del sistema capitalista, la conmemoración del Primero de Mayo se convierte en la ocasión para que los explotados y oprimidos de todos los países hagan escuchar su voz de reclamo por los problemas que los afectan y su decisión inquebrantable de continuar su lucha por la emancipación social.

El afán de los monopolios y los países capitalistas-imperialistas por conquistar nuevos mercados y ampliar sus zonas de influencia, ha provocado el estallido de una nueva guerra de carácter interimperialista que tiene como escenario Ucrania. Allí están en juego los intereses de las potencias capitalistas–imperialistas agrupadas en la Unión Europea y la OTAN, capitaneadas por el imperialismo estadounidense, por un lado, y por otro lado está el imperialismo ruso —no menos agresivo y rapaz que las antes mencionadas.

En las disputas político–militares de las potencias imperialistas y los dueños del gran capital, no podemos tomar partido a favor de una u otra potencia o bloque que promueve el odio y la guerra, pues, por su naturaleza son enemigos de los pueblos y los denunciamos como tales; tomamos posición junto a la clase obrera y los pueblos y, en esta circunstancia particular, expresamos nuestra solidaridad con los trabajadores, la juventud y el pueblo de Ucrania que se encuentran en medio de las disputas interimperialistas y son víctimas de la guerra. Rechazamos las políticas guerreristas de Rusia y de la OTAN capitaneada por EE UU

En general, la burguesía internacional tiene declarada una guerra en contra de los trabajadores y los pueblos, que se manifiesta en las políticas estatales que aplica — supuestamente— para reactivar la economía de los países y atender las necesidades sociales, pero en realidad busca precautelar los intereses de los poderosos grupos económicos y garantizar sus altas tasas de ganancia. Gobiernos neoliberales, conservadores y socialdemócratas por igual golpean los derechos de los trabajadores, criminalizan la protesta social, aprueban salarios de hambre, mantienen a millones de hombres y mujeres en la desocupación; sus políticas aplicadas para hacer frente a la crisis económica que estalló el año 2020 y a la pandemia del Covid 19 dejaron en claro que, para la burguesía, por sobre todo está el «sacrosanto» capital.

Cada día, el capitalismo lleva a millones de personas a vivir en la pobreza y en la pobreza extrema, en la desocupación y el subempleo; millones abandonan sus territorios y países huyendo de esos problemas y de la violencia, de la inseguridad, de la guerra, esperanzados en rehacer sus vidas en otras tierras, mas, chocan con políticas anti-migratorias y xenófobas, con discursos y violencia racistas promovidos por organizaciones de extrema derecha y fascistas que toman fuerza en algunos países.

La otra cara es la opulencia de los ricos. En medio de la crisis y de la pandemia el proceso de concentración y centralización de la riqueza en pocas manos ha llegado a niveles mayores, es decir, las fortunas de los milmillonarios han crecido y han surgido también nuevos millonarios, la brecha que separa a pobres y ricos, a explotados y explotadores se ha ampliado; pero también ha aumentado la distancia que separa a los países dependientes de los países capitalistas más desarrollados y, por supuesto, de las potencias imperialistas. La desigualdad económica y social cada día es mayor.

Pero los trabajadores de la ciudad y el campo, la juventud y las mujeres de los sectores populares, los sin empleo y los sin techo, ambientalistas y artistas no aceptan esta situación como un mal con el que están condenados a vivir para siempre: el descontento se transforma en rechazo y el rechazo se manifiesta en la lucha. Son protagonistas de importantes manifestaciones de protesta en contra de las políticas restrictivas aplicadas por los gobiernos, en contra del encarecimiento del costo de la vida y de los bajos salarios, en contra de los planes neoliberales, exigen sus derechos, defienden la naturaleza y se oponen a las políticas extractivistas, luchan por el agua, por educación, por salud, contra el pago de la deuda externa, etc… Pelean contra los males del capitalismo y anhelan un cambio, sin embargo, con frecuencia son víctimas de la demagogia de fuerzas políticas de derecha y de supuesta izquierda, que manipulan los sentimientos del pueblo para asegurar la estabilidad del sistema y la «gobernabilidad» burguesa.

¡Frente a la crisis, la revolución social! ¡Ante la guerra de las potencias imperialistas, la lucha revolucionaria para poner fin al dominio del capital! Esa es la alternativa que la clase obrera y los pueblos tienen para conquistar la emancipación social.

La Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista–Leninistas –CIPOML– llama a los trabajadores de todo el mundo para que, este Primero de Mayo, junto a las reivindicaciones y exigencias particulares que la realidad de cada país determina, enarbolemos esas banderas que unen al proletariado internacional en la lucha. ¡Solo el triunfo de la revolución y el socialismo engendrará un nuevo mundo, una sociedad de equidad, de bienestar y progreso, la sociedad de los trabajadores!

 

Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista–Leninistas CIPOML

Comité Coordinador

 

1 de mayo, 2022

miércoles, 20 de abril de 2022


 

No a la guerra en Ucrania, no a todo tipo de belicismo


La tensión en Ucrania, que lleva varios meses en la agenda de Europa, se ha vuelto alarmante con la intervención militar que Rusia lanzó en este país desde el aire, la tierra y el mar tras reconocer las dos “repúblicas” autoproclamadas en el este de Ucrania.
La tensión comenzó cuando Rusia se anexionó Crimea y apoyó a las dos “repúblicas populares” autoproclamadas (Donetsk y Lugansk) en el este de Ucrania en respuesta a que Ucrania se volviera hacia Occidente con el “Golpe de Estado del Maidán” apoyado por Estados Unidos y la UE. Y cuando, con el estímulo de EE.UU., la ambición de Ucrania de ingresar en la OTAN y el despliegue de misiles de largo alcance en su territorio estaban sobre la mesa, Rusia ha declarado estas sus “líneas rojas”.
La antigua tensión se reavivó cuando Rusia acumuló un gran número de tropas cerca de Ucrania, y se avivó aún más con su decisión de trasladar tropas a Donbas (Donetsk y Lugansk). Sin embargo, Rusia no se detuvo en Donbass y procedió a destruir la infraestructura militar de Ucrania para obligar a este país y a Occidente a renunciar a sus planes de adhesión a la OTAN, alegando que esto supone un riesgo para la seguridad de Rusia. Los países de la OTAN, especialmente Estados Unidos y el Reino Unido, se contentan con las sanciones económicas (y políticas), que, según dijeron, se intensificarán. Rusia, por el contrario, obliga a Ucrania, cuya burguesía gobernante está dividida desde hace tiempo, a un cambio de postura mediante la presión militar. Rusia parece tener como objetivo persuadir al gobierno de Zelensky a un compromiso que acepte las imposiciones rusas, o provocar un cambio de gobierno que haga exactamente eso.
Hemos sido testigos de una nueva “guerra fría” intensificada por EE.UU. hasta que Rusia reconoció las “repúblicas” del Donbass y lanzó una intervención militar. Estados Unidos y sus aliados cercanos, como el Reino Unido, llevaban sugiriendo desde principios de enero que Rusia invadiría Ucrania, dando incluso plazos aproximados como “pronto” o “en 48 horas”. Aunque la entrada de Rusia en el territorio de Ucrania con sus unidades militares parece haber justificado a los imperialistas occidentales centrados en EE.UU. y el Reino Unido, estos dos países y la OTAN provocaron abiertamente una guerra al insistir en la pertenencia de Ucrania a la OTAN y aumentar la propaganda de una “invasión rusa”.
*
La cuestión de Ucrania concierne ciertamente a este país en particular y a Europa, pero no es un problema aislado. Forma parte de un “gran cuadro”, al igual que el actual problema de Siria, las “guerras comerciales” que Estados Unidos ha iniciado contra China en particular, pero también contra Europa, y más recientemente, el armamento de China de bases insulares artificiales en el Mar de China Meridional, donde Japón y Vietnam también reclaman derechos. El “gran cuadro” es la lucha por la redivisión económica y territorial del mundo entre los principales países imperialistas, con sus propias zonas de hegemonía. Rusia participa en esta rivalidad, primero haciendo retroceder el avance de Occidente en Georgia, y luego enfrentándose frontalmente a él en Siria, y ahora en Ucrania.
Los dos principales actores en la lucha interimperialista por la redivisión del mundo son EEUU y China. Aunque EEUU se ha ido debilitando, mantiene su posición de liderazgo tanto económico como político-estratégico. China avanza a pasos agigantados y ya ha extendido su influencia económica a todos los continentes. Todavía está por detrás de EEUU, pero este país es consciente de que China le superará en un futuro próximo, quizás en una década.
China ha dejado atrás viejos problemas con Rusia y se ha mostrado solidaria. Necesita los recursos energéticos rusos, así como la protección de las armas nucleares rusas como contrapeso a Estados Unidos. Rusia, por su parte, necesita el poderío económico de China. Juntos, suponen una gran amenaza para Estados Unidos.
Frente a China y Rusia, EE.UU. está intentando reunir a sus antiguos aliados europeos, que señalan fuertemente seguir su propio camino y tienden a seguir políticas independientes debido a sus diferentes intereses.
Y Estados Unidos sabe que tiene que defenderse de la amenaza que suponen China y Rusia para su dominio mundial, antes de que China sea demasiado fuerte para ser detenida. Por lo tanto, al mostrarles la punta de un arma, EE.UU. está aplicando una política de poder y está tratando de forzarlos a una batalla antes de que sean lo suficientemente fuertes o retrocedan y acepten sus términos. El hecho de que Rusia no sólo haya enviado tropas a Donetsk y Lugansk, sino que haya avanzado hacia el resto de Ucrania, a riesgo de ser el blanco de la reacción de los pueblos de Europa y de ser acusada de “invasora”, demuestra que tampoco duda en seguir la política de poder.
*
La tensión en Ucrania tiene sentido con este panorama completo.
Estados Unidos quiere dividir el bloque rival y apuntar y reprimir al relativamente más débil rodeándolo. Después de la desintegración de la URSS, EE.UU. tomó medidas para debilitar a Rusia y rodearla, volcando las antiguas repúblicas soviéticas y populares hacia Occidente mediante “revoluciones de colores” e incorporándolas a la OTAN una por una. Estados Unidos y sus aliados cercanos, especialmente el Reino Unido, pretenden aislar a Rusia y obligarla a retroceder rompiendo todos los lazos con los países de la UE y presentándola como una potencia agresiva con tendencia a iniciar una guerra en Europa. Con ello, Estados Unidos también pretende desestabilizar económicamente a Rusia, ya que su principal fuente de ingresos es la venta de petróleo y gas natural.
Si tiene éxito, no sólo hará retroceder a Rusia, sino que también tendrá éxito indirectamente contra China. China es consciente de ello y, aunque ha evitado implicarse de lleno en el problema de Ucrania, se puso al lado de Rusia contra las tácticas de “guerra fría” de Estados Unidos.
Estados Unidos también pretende cortar el flujo de gas de Rusia a Europa, especialmente a Alemania, cuya industria necesita el gas ruso relativamente barato, a través de Nord Stream1 y Nord Stream2. Con ello, Estados Unidos quiere obligar a Alemania, que siempre ha seguido una “ostpolitik” (política oriental) diferente hacia Rusia, y a otros países europeos a cerrar filas con Estados Unidos. Dado que Alemania ha detenido a regañadientes el proceso de aprobación del Nord Stream2 tras la entrada de Rusia en Ucrania, Estados Unidos parece haber tenido cierto éxito, aunque sea temporal. Por otro lado, es obvio que Alemania y Francia, las principales potencias de la UE, también son países imperialistas que persiguen sus propios intereses, se arman para ello, y han hecho que Ucrania cambie de eje con un levantamiento para entrar en la UE.
Al igual que antes Siria y Libia, ahora Ucrania es el escenario del conflicto interimperialista por la redivisión del mundo. En estos enfrentamientos los trabajadores y los pueblos de Ucrania, Siria y Libia participan como tropas y carne de cañón a favor de uno u otro país imperialista, son arrastrados por los diferentes bandos y sufren las consecuencias de la guerra.
*
Ninguna de las partes implicadas en la cuestión de Ucrania sigue una política favorable a los pueblos: ni los Estados Unidos y sus principales aliados, que son las principales fuerzas que persiguen una política de poder, ni Rusia y China, ni los imperialistas europeos encabezados por Alemania y Francia, que no prefieren hoy una guerra total, a pesar de reaccionar de vez en cuando, como en el caso de Rusia en el problema de Ucrania. No se puede apoyar a ninguna de estas partes por ningún motivo. La tesis de que Rusia y China son amigos de los pueblos es tan mentirosa como la idea de que Occidente es el “defensor de la soberanía y la democracia”.
Los pueblos de los países imperialistas que son parte del problema no tienen el menor interés en la política ucraniana aplicada por sus clases dirigentes. Además, los pueblos de todos los países, especialmente los de Europa, sufren el aumento de la inflación, la caída de los salarios, el deterioro de las condiciones de trabajo y de vida -impulsado por el gasto en armamento- y la tendencia creciente del fascismo. A esto hay que añadir las subidas de precios en cadena provocadas por el aumento de los precios de la energía, ya agravadas por los cortes en las rutas de transporte como consecuencia del ataque de Rusia a Ucrania.
Mientras Estados Unidos y sus aliados siguen utilizando apoderados (el régimen de Zelinsky) en Ucrania, el uso directo de las armas por parte de Rusia revela que la lucha interimperialista por la redivisión del mundo se está endureciendo. Al mismo tiempo, esto demuestra la facilidad con la que esta lucha imperialista puede convertirse en un conflicto armado, ignorando por completo la lucha de los pueblos por sus medios de vida.
La clase obrera internacional y los pueblos del mundo están sin duda a favor de la paz, donde puedan trabajar y vivir humanamente sin explotación ni opresión. Nosotros, los comunistas marxistas-leninistas del mundo, cuya única preocupación son los intereses de la clase obrera internacional y de los pueblos, estamos, por supuesto, a favor de la paz. También por esta razón nos oponemos a las intervenciones militares, a las invasiones y a las guerras que encubren y complican la lucha de los pueblos trabajadores de todos los países contra la explotación y la tiranía, así como a la obligación de defender el derecho de cada nación a la autodeterminación. Condenamos el ataque ruso a Ucrania.
La clase obrera y los pueblos de todos los países deben unir sus fuerzas y luchas por el socialismo, exigiendo puestos de trabajo, pan y democracia política, así como el fin de la lucha imperialista por la redivisión del mundo -no limitada a Ucrania- y el fin del ruido de las armas con ese fin.
Rusia debe retirarse incondicionalmente de Ucrania.
¡No más gastos de guerra!
¡Disolver los pactos militares tipo OTAN y retirar las tropas extranjeras de todos los países!
¡Viva la lucha de la clase obrera internacional y de los pueblos oprimidos por el empleo, el pan, la democracia, la paz y el socialismo!


El Comité de Coordinación de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista-Leninistas.

lunes, 21 de marzo de 2022


 

DECLARACION A LA MARCHA 25-M CONTRA LA BECA JUNAEB

 

 

 

La crisis de la pandemia COVID 19 a golpeado a los trabajadores y a los estudiantes populares de manera brutal, el alza de los alimentos es cada vez más grosera. La única solución que nos dio el Gobierno Empresarial de Piñera fue comernos nuestros ahorros previsionales mientras ellos hacían negocios millonarios con la especulación de los alimentos.

 

El IPC de enero experimentó una variación de 1,2%, el mayor salto para ese mes desde la década de los 90. Peor aún, la inflación acumulada en doce meses se disparó hasta un 7,7%, algo no visto en más de 13 años.

 

 

Hoy los estudiantes vemos el resultado de esta política, 10 años recibiendo los mismos $32.000 por la Beca de Alimentación de la Educación Superior (BAES). Esta ayuda que no solo va en beneficio directo de los estudiantes, sino que en muchos casos es un aporte al presupuesto familiar de los hogares más vulnerables, cosa que los estudios y estadísticas no quieren contemplar.

 

 

Esta supuesta ayuda oculta un negocio multimillonario en manos de los monopolios SODEXO (empresa francesa) ligada a AMIPASS (sodexopass) y la plataforma de pagos KHIPU de propiedad de Patricio Dueñas, EDENRED (ticketmaster). Todos ellos confabulados con las cadenas de supermercados, las mismas que tuvieron ganancias del 20% en el primer trimestre del 2021.

 

 

El poder que ejercen en el parlamento a través de sus parlamentarios títeres queda claro en la negociación del 2019, donde estos mismos monopolios presentaron el proyecto para crear el mismo beneficio para los jardines de la JUNJI. El 06/03/2021 presentaron el Proyecto Sala Cuna, Proyecto de ley que creo el beneficio social de educación en el nivel de sala cuna, financiado por un fondo solidario. Otro gran negocio a costillas de la necesidad del pueblo.

 

 

¿Qué hará el presidente Boric? Terminará con negocio obsceno y miserable, al parecer no esta dentro de sus prioridades, ya que él como su gabinete nunca tuvieron que usarlo, como estudiantes privilegiados hijos de empresarios, que fueron y ahora como casta política privilegiada que son.

 

Boric y compañía conocen muy bien nuestro problema. Desde el año 2020 se levantó el movimiento #LUCHABAES pidiendo ampliar el uso de la beca en comercios locales y no solo en los supermercados socios y que este sea por todo el año, no solo por 10 meses, lo que dura el año académico, los estudiantes comemos todos los días igual que el presidente, los ministros y los parlamentarios.

 

 

 

 

 

Pero ninguna de nuestras demandas a si escuchada ya que para el parlamento de los millonarios el presupuesto esta acorde a la realidad, que decir de la Convención Constitucional, que está más preocupada por los derechos de las algas marinas que de la juventud que se rompe el lomo para salir adelante.

 

 

2021 según la información del Ministerio de Desarrollo Social, la línea de la pobreza extrema en el mismo mes corresponde a $119.305 por lo que hoy todos los estudiantes que reciben la beca BAES estaríamos bajo la línea de la pobreza extrema.

 

Esto es lo que quieren ocultar, este es el negocio con el que quieren seguir.

 

¡Los estudiantes populares decimos basta!

 

Exigimos un reajuste real al costo de la vida, que cubra los 12 meses del año, que permita romper el monopolio de los supermercados y favorezca al pequeño comercio de nuestros barrios.

 

¡No más negocios multimillonarios a costa de nuestra miseria ¡

 

Este 25 de marzo saldremos a la calle con todo, sabemos que el gobierno “Buena Onda del Arbolito”, incluido el falso Partido Comunista, nos echará los perros verdes encima, tal como lo hizo la Concertación y Piñera.

 

 

No tenemos miedo, las calles son nuestras y no las dejaremos hasta que se haga justicia.

 

 

COMPAÑEROS

LA REVOLUCION ES NECESARIA!!

 

 

 

 

 

Partido Comunista Revolucionario

Universidad de Santiago – Universidad de Chile

 

 

 

 

martes, 15 de febrero de 2022


 

VIVA EL PARTIDO DE LA CLASE OBRERA!!

Segundo aniversario del Partido Comunista Revolucionario de Chile.

 

El 15 de febrero del año 2020 los comunistas revolucionarios asumimos la tarea de construir el partido de la clase obrera, un partido formado por trabajadoras y trabajadores conscientes, que luchan por una sociedad justa y digna donde el pueblo tenga en sus manos el poder para dirigir sus vidas y terminar con la explotación y la miseria.

Comenzamos abriendo camino a la Revolución Democrática Popular, en cada fabrica, maestranza y construcción, en cada lugar de trabajo los militantes del PCR difundimos nuestro programa político, que surge del análisis de la realidad nacional a partir del Socialismo Científico.

Han sido dos años de intenso trabajo, con todo en contra, pero la represión y la pandemia no pudieron detener a nuestro partido, que hoy crece en la clase obrera, estudiantes y pobladores.

Como determinamos en el ampliado de cuadros de febrero de 2020, la fundación de este Partido de nuevo tipo, armado en el marxismo-leninismo, seguiremos fortaleciendo esta organización pública y secreta para la Revolución y la construcción del Socialismo en Chile.

 

 

COMPAÑEROS, LA REVOLUCION ES NECESARIA!!

 

DIRECCION NACIONAL

PARTIDO COMUNISTA REVOLUCIONARIO DE CHILE.

Febrero 2022.

martes, 1 de febrero de 2022


 

El valor de las «libertades democráticas» en un Estado burgués y el modo de aprovecharlas; Enver Hoxha, 1966

 

 

«La burguesía y, junto a ella, los revisionistas modernos, hablan y hacen cálculos sobre las llamadas «libertades democráticas». En efecto, en cada Estado burgués denominado democrático, existen algunas «libertades democráticas» relativas. Decimos relativas, porque no rebasan jamás el límite de la concepción burguesa de la «libertad» y de la «democracia», porque llegan precisamente hasta el punto de no perjudicar los intereses vitales de la burguesía en el poder.

 

Naturalmente, la clase obrera y los hombres progresistas aprovechan estas condiciones para organizarse, para difundir sus concepciones y su ideología, y preparar el derrocamiento de las clases explotadoras y la toma del poder.

 

Después de la Segunda Guerra Mundial, en muchos países capitalistas de Europa, como resultado de la victoria sobre el fascismo y del papel desempeñado por los partidos comunistas en la lucha antifascista, estos partidos llegaron incluso a participar en el gobierno –por ejemplo, en Francia, en Italia, en Finlandia, etc.–, y hasta tener un gran número de diputados en el parlamento, importantes cargos en el aparato del Estado, e inclusive en el ejército, etc.

 

Asimismo, en diferentes períodos durante estos últimos 15 años, se crearon condiciones favorables para el partido de la clase obrera y las fuerzas progresistas en algunos países del Medio Oriente, como Irán e Irak, y de América Latina, como Guatemala, Brasil, Ecuador, Venezuela y otros. En Indonesia se creó una situación bastante favorable. El Partido Comunista de Indonesia creció con rapidez, formaba parte del gobierno y ejercía una gran influencia en la política interior y exterior del país, etc.

 

Pero, también en las condiciones de las «libertades democráticas», se desarrolla una aguda lucha de clases, una lucha a vida o muerte, entre la revolución y la reacción, entre el proletariado y la burguesía. Si el proletariado y su partido se esfuerzan por consolidar sus posiciones, por su parte, la reacción y la burguesía no duermen. Por el contrario, valiéndose del aparato estatal burgués, de la policía y las fuerzas armadas, practicando la corrupción y la subversión, alimentando el oportunismo y las ilusiones reformistas y pacifistas en el seno de la clase obrera, etc., se preparan seriamente para consolidar sus posiciones y desbaratar a las fuerzas revolucionarias.

 

El desarrollo de los acontecimientos tras la Segunda Guerra Mundial muestra que, en el marco de las «libertades democráticas», la burguesía ha actuado enérgicamente y en diferentes formas para liquidar el movimiento revolucionario de la clase obrera.

 

Después que la burguesía y la reacción lograron consolidar sus posiciones, expulsaron a los comunistas del gobierno, de los puestos importantes en el aparato del Estado y del ejército, como sucedió en Italia, Francia y Finlandia. En Inglaterra, Austria y otros países, ni siquiera se toleró la presencia de los comunistas en el parlamento, mientras que en Grecia fueron encarcelados y combatidos por la fuerza de las armas.

 

Cuando la burguesía y la reacción constatan que su poder está amenazado por la fuerza y el prestigio crecientes del partido comunista y del movimiento revolucionario de las masas, juegan su última carta: ponen en acción a las fuerzas armadas, organizan pogromos para aplastar y liquidar al movimiento revolucionario y a los partidos comunistas, como sucedió en Irán e Irak, y, recientemente, con los trágicos acontecimientos de Indonesia. En tales casos la reacción y la burguesía de un país dado han aprovechado directamente también la ayuda de la reacción mundial, incluso el apoyo de sus fuerzas armadas como ha ocurrido en la República Dominicana y otros lugares.

 

¿Qué conclusiones se pueden sacar de esta experiencia histórica?

 

Primero, que las llamadas «libertad burguesa» y «libertad democrática» en los países capitalistas no son como para permitir a los partidos comunistas y a los grupos revolucionarios alcanzar sus objetivos. De ningún modo. La burguesía y la reacción toleran la actividad de los revolucionarios mientras no constituya un peligro para el poder de clase de la burguesía. Cuando este poder está en peligro, o cuando la reacción encuentra el momento propicio, sofoca las libertades democráticas, recurre a todos los medios, sin ningún escrúpulo moral ni político, para destruir a las fuerzas revolucionarias. En todos los países en que se ha permitido a los partidos comunistas militar abiertamente, la burguesía y la reacción aprovechan esa situación para conocer toda la actividad, las personas, los métodos de trabajo y de lucha de los partidos marxista-leninistas y de los revolucionarlos, Por eso, los comunistas y sus partidos auténticamente marxistas-leninistas cometerían un error fatal si tuvieran confianza en las «libertades» burguesas que les proporciona la coyuntura, si lo hicieran todo abiertamente y no guardaran el secreto de su organización y de sus planes. Los comunistas deben aprovechar las condiciones del trabajo legal, incluso para desarrollar un amplio trabajo propagandístico y organizativo, pero, al mismo tiempo, deben estar preparados para el trabajo clandestino.

 

Segundo, las ilusiones oportunistas sobre la «vía pacífica» para la toma del poder son un bluf y representan un gran peligro para el movimiento revolucionario. En apariencia, el Partido Comunista de Indonesia parecía tener el terreno más favorable para alcanzar su objetivo siguiendo esta vía. No obstante, los comunistas indonesios habían declarado más de una vez que no se forjaban ilusiones sobre la «vía pacífica». En su saludo al congreso del Partido Comunista de Nueva Zelanda, la delegación del Comité Central del Partido Comunista de Indonesia confirmaba que:

 

«Los acontecimientos de Indonesia han demostrado una vez más que no existe ninguna clase dominante, ni fuerza reaccionaria que permita a las fuerzas revolucionarias conquistar la victoria por la «vía pacífica». (Partido Comunista de Indonesia; Saludo del Partido Comunista de Indonesia al XXIº Congreso del Partido Comunista de Nueva Zelanda, 1966)

 

Los comunistas extraen de los trágicos acontecimientos de Indonesia la enseñanza de que no es suficiente desechar las ilusiones oportunistas sobre la «vía pacífica» y reconocer que la única vía para la toma del poder es la vía revolucionaria de la lucha armada. El partido del proletariado, los marxistas-leninistas y todo revolucionario deben tomar medidas efectivas para preparar la revolución, comenzando por la educación de los comunistas y de las masas en el espíritu militante revolucionario y llegando hasta su preparación concreta para hacer frente a la violencia contrarrevolucionaria de la reacción con la lucha armada revolucionaria de las masas populares.

 

Tercero, independientemente de las condiciones y de las posiciones favorables que puede disfrutar en un determinado momento, el partido de la clase obrera no debe relajar un solo instante la vigilancia revolucionaria, sobrestimar sus fuerzas y las de sus aliados y subestimar la fuerza del adversario, de la burguesía y la reacción. El Partido Comunista de Indonesia gozaba de una gran influencia en el país, pero parece que sobrestimó en particular la fuerza política de Sukarno y del sector de la burguesía que le apoyaba, y tuvo demasiada confianza en esta fuerza. Al mismo tiempo, parece que subestimó la fuerza de la reacción, en particular de la reacción en el ejército, Al parecer los camaradas indonesios pensaban que el que tenía a Sukarno de su parte, tenía la llave de Indonesia, sin analizar debidamente en qué consistía la fuerza de Sukarno y hasta qué punto esta fuerza era real, particularmente entre el pueblo. Los recientes acontecimientos de Indonesia demostraron claramente que el prestigio y la autoridad de Sukarno no se apoyaba en una base social, económica y política sólida. Los generales reaccionarios lograron neutralizar a Sukarno, e incluso, mientras les convenía, le explotaron para sus fines contrarrevolucionarios.

 

Cuarto, el partido marxista-leninista y todos los auténticos revolucionarios deben seguir consecuente y resueltamente una línea revolucionaria y luchar audazmente contra el oportunismo y su más sórdida manifestación, el revisionismo moderno, tanto el jruschovista como el titoista. Los oportunistas y los revisionistas modernos han hecho de la lucha por las «libertades» burguesas su bandera y han renunciado a la revolución, preconizan la «vía pacífica» como la única vía para la toma del poder. Precisamente la línea oportunista y revisionista, la influencia de los revisionistas jruschovistas, etc., han transformado a numerosos partidos comunistas, que en el pasado constituían una gran fuerza revolucionaria, en partidos de las reformas sociales, en apéndices y furgones de cola de la burguesía reaccionaria. Esto sucedió con los partidos comunistas de Italia, de Francia, de Finlandia, de Inglaterra, de Austria y otros. La aplicación de la línea oportunista del XXº Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética de los jruschovistas condujo a la catástrofe y a la liquidación al Partido Comunista de Irak, al antiguo Partido Comunista del Brasil, al Partido Comunista de Argelia, etc. El Partido Comunista de Indonesia se opone al revisionismo moderno. Los últimos acontecimientos de Indonesia y el papel de zapa que los revisionistas jruschovistas jugaron allí, demuestran que un verdadero partido revolucionario, fiel al marxismo-leninismo, decidido a llevar audazmente adelante la revolución, debe mantener una actitud bien definida frente al oportunismo, al revisionismo jruschovista y titoista. No basta solidarizarse con la lucha de los marxistas-leninistas contra el revisionismo, es preciso también que el partido luche de manera intransigente y abierta contra la traición revisionista, porque únicamente así pueden los comunistas educarse en un espíritu revolucionario y puede ser preservado el partido de todo peligro de revisionismo. Sin combatir resuelta y consecuentemente contra el oportunismo y el revisionismo jruschovista, no se puede combatir al imperialismo, no se puede combatir a la reacción, no se puede impulsar la causa de la revolución y el socialismo». (Enver Hoxha; El golpe fascista en Indonesia y las enseñanzas que extraen de él los comunistas, 11 de mayo de 1966)