jueves, 22 de diciembre de 2022
martes, 6 de septiembre de 2022
sábado, 13 de agosto de 2022
El Estallido Social de Octubre
causo un espanto profundo en la burguesía nacional, que vio peligrar el sistema
capitalista después de décadas imponiendo su voluntad. El mismo efecto tuvo en
la pequeña burguesía representada en los partidos de la ex Nueva mayoría y toda
la Derecha, ambos bloques desahuciados por el pueblo, corrieron al rescate del
sistema que les da de comer. Desde la UDI hasta el Partido Socialista,
incluyendo al Frente Amplio, dirigido por Boric cocinaron a puerta cerrada el
“Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución” con la finalidad de encauzar la
protesta popular hacia la vía institucional, apagar el incendio y asegurarse
que nada se salga del régimen Democrático Burgués, amarrando el proceso
constituyente de manera de eliminar cualquier posibilidad de convocar a una
Asamblea Constituyente elegida desde la base, Asamblea con el poder de cambiar
de manera radical el país. Los mismos de siempre eligieron una Comisión Técnica
para redactar las reglas del juego, ley 21.200 que establece el
procedimiento para elaborar la Nueva Constitución, metiendo de contrabando el artículo
135 con disposiciones especiales para impedir el cambio del sistema.
“El texto de Nueva
Constitución que se someta a plebiscito deberá respetar el carácter de
República del Estado de Chile, su régimen democrático, las sentencias
judiciales firmes y ejecutoriadas y los tratados internacionales ratificados
por Chile y que se encuentren vigentes”.
La gran mayoría del pueblo que
voto por la opción Apruebo no se enteró de como se había tramado el acuerdo a sus
espaldas. Al conformarse la Convención Constitucional se aceptó las
disposiciones del artículo 135, que sentencia la inviolabilidad de los tratados
internacionales de comercio, esta condición le puso la lápida a la
nacionalización del cobre, una de las banderas históricas de la izquierda, y a
la recuperación por parte del estado de los fondos de pensiones en las que
invierten grupos económicos extranjeros, los más beneficiados por los tratados
de libre comercio.
El resultado final del trabajo
de los convencionales es un texto, que pretende consagrar una cantidad importante
de derechos para sectores históricamente marginados y una nueva forma de
ejercer el poder de manera más transversal y descentralizada. Construir un
Sistema de Seguridad Social que otorgue derechos fundamentales como salud,
educación vivienda y pensiones de manera solidaria, sin la intervención del
capital privado.
Al analizar la propuesta más
allá del tono casi épico en la redacción de la centena de artículos que la
conforman, las grietas que se abren entre líneas dejan la mayor parte del
sistema intacto. Desde el comienzo resalta el carácter progresista y rupturista
de la propuesta, pero a medida que avanzamos en la lectura se descubren las
herramientas para torcer los grandilocuentes artículos.
En cuanto a al Sistema de Seguridad
Social deja la puerta abierta para que sigan operando las AFP, que continuaran
manejando los fondos actuales, el futuro ente que administrará los fondos de
pensiones podrá capitalizar en la bolsa tal como el sistema actual, alimentando
a los grandes monopolios que usan los ahorros de los trabajadores como banca
personal.
El sistema único de salud no
presenta una línea que defina cómo se integrarán los hospitales públicos y
privados que seguirán operando como empresas con fines de lucro y si bien se
declara el fin de las ISAPRES (compañías de seguros que no prestan servicios
médicos) no impide que sigan funcionando como seguros complementarios ya que
tampoco se asegura la cobertura de todos los tratamientos.
Se consagra la educación gratuita
en todos los niveles, pero no plantea la democratización de las instituciones
educacionales, ya sea en universidades, institutos o liceos, no hay espacio
para los estudiantes y trabajadores en la toma de decisiones que los involucran,
ni se plantea el financiamiento por parte del Estado para fortalecer las
Universidades públicas y así terminar con la política del autofinanciamiento
que las obliga a regirse por las reglas del mercado.
Todos los derechos sociales
que se consagran no tienen asegurado su financiamiento en la Constitución, por ejemplo,
asignar un porcentaje del PIB o las ganancias de CODELCO, por lo que la
concreción de estos dependerá del gobierno de turno, que evaluará si la
economía nacional puede soportar el gasto social, o sea una Nueva Constitución
en la medida de lo posible.
Uno de los puntos más
importantes que no debatieron los convencionales son los referentes a las
garantías de la FFAA, no se elimina la Justicia Militar, sigue intacto el
financiamiento con las ganancias de CODELCO, continúan con un sistema
previsional preferente, que desangra al Estado. Pretende democratizar las
escuelas matrices otorgando gratuidad, pero bajo el control de las mismas FFAA
fascistas. Al parecer el fantasma de Pinochet sigue presente recordándole a los
convencionales quien manda.
Se destaca la negociación de
los sindicatos por rama de producción como contrapeso al poder de la patronal,
pero que aún está sujeto a la mantención de turnos éticos durante la huelga, debilitando
el único medio que tienen los trabajadores para defender sus derechos, pero a
cambio ofrece la opción a los sindicatos de participar en los directorios de
las empresas para incidir en las decisiones que los afectan. Las empresas que
cuentan con directorio son en su mayoría Sociedades Anónimas que representan
menos del 10% de las empresas en Chile. El 80% de las empresas nacionales son
pequeñas y medianas con menos de 200 trabajadores quedando en las mismas
condiciones que la Constitución del 80 con el Plan Laboral de Pinochet. Por
otra parte, no elimina la subcontratación, sector que no podría participar en
los directorios de empresa. Claramente en la redacción de la Nueva Constitución
no se escuchó a los trabajadores.
Si bien se consagran múltiples
derechos: a la vivienda digna, educación gratuita en todos los niveles, derecho
a la salud y pensiones justas, además de derechos a mujeres, pueblos
originarios, disidencias sexuales que aseguren el respeto y la inserción en
todos los niveles de la sociedad en iguales condiciones, estos no están
garantizados ya que no existe una herramienta jurídica eficaz que proteja y
permita exigir el cumplimiento de estos derechos fundamentales.
En la Constitución de
Pinochet, modificada por Aylwin y Lagos, existe el llamado “Habeas Corpus” o
Recurso de Amparo, una acción que tiene el fin de proteger a las personas
contra los abusos del Estado y Privados que es vista por la Corte Suprema de
Justicia. En el Proyecto de Nueva Constitución es sustituida por la Acción de Tutela.
A diferencia del Habeas Corpus, todas las Acciones de Tutela tienen que pasar
por una comisión, que verifique que no existe ninguna otra ley que resuelva el
problema, de ser así no se acogerá la Acción de Tutela, en caso favorable ira a
un Tribunal de Primera Instancia, que ve casos civiles entre privados, no
delictuales, o sea lo vería un juez sin experiencia en derecho constitucional,
un tribunal con menos fuerza, que está expuesto a las presiones políticas de
empresas y monopolios con ejércitos de abogados y parlamentarios a sueldo. Si esta
acción no se resuelve en el Juzgado de Primera Instancia va a uno de Segunda
Instancia y así hasta llegar a la Corte Suprema a una instancia administrativa
y quedar durmiendo.
Todo lo que se pudo haber
avanzado en este proyecto de Constitución quedará en letra muerta sin una
herramienta jurídica eficaz que realmente nos proteja. La Acción de Tutela como
está planteada solo favorece a los grandes monopolios los que podrán presionar
con todo su poder a tribunales sin experiencia y sin el respaldo necesario como
el que tiene la Corte Suprema.
Muchos pensarán que esta
constitución representa un gran progreso
para el pueblo, pero no toca la columna vertebral del sistema capitalista, esto
no quiere decir que se pretenda hacer la Revolución Socialista por secretaria,
pero lo que se esperaba de los convencionales autoproclamados como la verdadera
izquierda, representantes del pueblo, fuera de los fracasados partidos
políticos, era que propusieran nuevos
mecanismos y herramientas para la defensa del pueblo y los trabajadores,
fortalecer su organización y abrir camino hacia la construcción de un Gobierno
Popular Democrático en base a las organizaciones populares con democracia
directa.
El proyecto de Nueva
Constitución como producto final del proceso que sofocó el incendio del
Estallido Social es el final de una estrategia que dejará las mismas grietas por
donde se colará la Constitución de Pinochet.
Los comunistas
revolucionarios, que denunciamos la traición del “Acuerdo por la Paz” y el
plebiscito mutilado, nos declaramos fuera de cualquier proceso que no nazca de
la lucha del pueblo por una Asamblea Constituyente Soberana y Popular que
termine con la hegemonía de los grandes monopolios, la burguesía nacional y el
imperialismo, entregándole al pueblo y los trabajadores la herramienta para construir
un Chile justo libre y soberano.
DIRECCION
NACIONAL
PARTIDO
COMUNISTA REVOLUCIONARIO DE CHILE
Agosto
2022
viernes, 29 de abril de 2022
Manifiesto del 1 de Mayo
¡Frente a la crisis, la revolución social!
¡Ante la guerra de las potencias imperialistas, la
lucha revolucionaria para poner fin al dominio del capital!
En medio de un mundo en el que los problemas
económicos, políticos y sociales se profundizan, y los dueños del gran capital
descargan sobre clase obrera y los pueblos los efectos de la crisis del sistema
capitalista, la conmemoración del Primero de Mayo se convierte en la ocasión
para que los explotados y oprimidos de todos los países hagan escuchar su voz
de reclamo por los problemas que los afectan y su decisión inquebrantable de
continuar su lucha por la emancipación social.
El afán de los monopolios y los países
capitalistas-imperialistas por conquistar nuevos mercados y ampliar sus zonas
de influencia, ha provocado el estallido de una nueva guerra de carácter
interimperialista que tiene como escenario Ucrania. Allí están en juego los
intereses de las potencias capitalistas–imperialistas agrupadas en la Unión
Europea y la OTAN, capitaneadas por el imperialismo estadounidense, por un
lado, y por otro lado está el imperialismo ruso —no menos agresivo y rapaz que
las antes mencionadas.
En las disputas político–militares de las
potencias imperialistas y los dueños del gran capital, no podemos tomar partido
a favor de una u otra potencia o bloque que promueve el odio y la guerra, pues,
por su naturaleza son enemigos de los pueblos y los denunciamos como tales; tomamos
posición junto a la clase obrera y los pueblos y, en esta circunstancia
particular, expresamos nuestra solidaridad con los trabajadores, la juventud y
el pueblo de Ucrania que se encuentran en medio de las disputas
interimperialistas y son víctimas de la guerra. Rechazamos las políticas
guerreristas de Rusia y de la OTAN capitaneada por EE UU
En general, la burguesía internacional tiene
declarada una guerra en contra de los trabajadores y los pueblos, que se
manifiesta en las políticas estatales que aplica — supuestamente— para
reactivar la economía de los países y atender las necesidades sociales, pero en
realidad busca precautelar los intereses de los poderosos grupos económicos y
garantizar sus altas tasas de ganancia. Gobiernos neoliberales, conservadores y
socialdemócratas por igual golpean los derechos de los trabajadores,
criminalizan la protesta social, aprueban salarios de hambre, mantienen a
millones de hombres y mujeres en la desocupación; sus políticas aplicadas para
hacer frente a la crisis económica que estalló el año 2020 y a la pandemia del
Covid 19 dejaron en claro que, para la burguesía, por sobre todo está el
«sacrosanto» capital.
Cada día, el capitalismo lleva a millones de
personas a vivir en la pobreza y en la pobreza extrema, en la desocupación y el
subempleo; millones abandonan sus territorios y países huyendo de esos
problemas y de la violencia, de la inseguridad, de la guerra, esperanzados en
rehacer sus vidas en otras tierras, mas, chocan con políticas anti-migratorias
y xenófobas, con discursos y violencia racistas promovidos por organizaciones
de extrema derecha y fascistas que toman fuerza en algunos países.
La otra cara es la opulencia de los ricos. En
medio de la crisis y de la pandemia el proceso de concentración y centralización
de la riqueza en pocas manos ha llegado a niveles mayores, es decir, las
fortunas de los milmillonarios han crecido y han surgido también nuevos
millonarios, la brecha que separa a pobres y ricos, a explotados y explotadores
se ha ampliado; pero también ha aumentado la distancia que separa a los países
dependientes de los países capitalistas más desarrollados y, por supuesto, de
las potencias imperialistas. La desigualdad económica y social cada día es
mayor.
Pero los trabajadores de la ciudad y el campo,
la juventud y las mujeres de los sectores populares, los sin empleo y los sin
techo, ambientalistas y artistas no aceptan esta situación como un mal con el
que están condenados a vivir para siempre: el descontento se transforma en
rechazo y el rechazo se manifiesta en la lucha. Son protagonistas de
importantes manifestaciones de protesta en contra de las políticas restrictivas
aplicadas por los gobiernos, en contra del encarecimiento del costo de la vida
y de los bajos salarios, en contra de los planes neoliberales, exigen sus
derechos, defienden la naturaleza y se oponen a las políticas extractivistas,
luchan por el agua, por educación, por salud, contra el pago de la deuda
externa, etc… Pelean contra los males del capitalismo y anhelan un cambio, sin
embargo, con frecuencia son víctimas de la demagogia de fuerzas políticas de
derecha y de supuesta izquierda, que manipulan los sentimientos del pueblo para
asegurar la estabilidad del sistema y la «gobernabilidad» burguesa.
¡Frente a la crisis, la revolución social!
¡Ante la guerra de las potencias imperialistas, la lucha revolucionaria para
poner fin al dominio del capital! Esa es la alternativa que la clase obrera y
los pueblos tienen para conquistar la emancipación social.
La Conferencia Internacional de Partidos y
Organizaciones Marxista–Leninistas –CIPOML– llama a los trabajadores de todo el
mundo para que, este Primero de Mayo, junto a las reivindicaciones y exigencias
particulares que la realidad de cada país determina, enarbolemos esas banderas
que unen al proletariado internacional en la lucha. ¡Solo el triunfo de la
revolución y el socialismo engendrará un nuevo mundo, una sociedad de equidad,
de bienestar y progreso, la sociedad de los trabajadores!
Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones
Marxista–Leninistas CIPOML
Comité Coordinador
1 de mayo, 2022
miércoles, 20 de abril de 2022
No a la guerra en Ucrania, no a todo tipo de belicismo
El Comité de Coordinación de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista-Leninistas.
lunes, 21 de marzo de 2022
DECLARACION A LA MARCHA 25-M CONTRA LA BECA JUNAEB
La
crisis de la pandemia COVID 19 a golpeado a los trabajadores y a los
estudiantes populares de manera brutal, el alza de los alimentos es cada vez
más grosera. La única solución que nos dio el Gobierno Empresarial de Piñera fue
comernos nuestros ahorros previsionales mientras ellos hacían negocios millonarios
con la especulación de los alimentos.
El IPC de enero experimentó una variación de 1,2%, el mayor salto para
ese mes desde la década de los 90. Peor aún, la inflación acumulada en doce
meses se disparó hasta un 7,7%, algo no visto en más de 13 años.
Hoy
los estudiantes vemos el resultado de esta política, 10 años recibiendo los
mismos $32.000 por la Beca de Alimentación de la Educación Superior (BAES).
Esta ayuda que no solo va en beneficio directo de los estudiantes, sino que en
muchos casos es un aporte al presupuesto familiar de los hogares más
vulnerables, cosa que los estudios y estadísticas no quieren contemplar.
Esta
supuesta ayuda oculta un negocio multimillonario en manos de los monopolios
SODEXO (empresa francesa) ligada a AMIPASS (sodexopass) y la plataforma de
pagos KHIPU de propiedad de Patricio Dueñas, EDENRED (ticketmaster). Todos
ellos confabulados con las cadenas de supermercados, las mismas que tuvieron
ganancias del 20% en el primer trimestre del 2021.
El
poder que ejercen en el parlamento a través de sus parlamentarios títeres queda
claro en la negociación del 2019, donde estos mismos monopolios presentaron el
proyecto para crear el mismo beneficio para los jardines de la JUNJI. El 06/03/2021
presentaron el Proyecto Sala Cuna, Proyecto de ley que creo el beneficio social
de educación en el nivel de sala cuna, financiado por un fondo solidario. Otro
gran negocio a costillas de la necesidad del pueblo.
¿Qué hará el presidente Boric? Terminará con negocio obsceno y
miserable, al parecer no esta dentro de sus prioridades, ya que él como su
gabinete nunca tuvieron que usarlo, como estudiantes privilegiados hijos de
empresarios, que fueron y ahora como casta política privilegiada que son.
Boric y compañía conocen muy bien nuestro problema. Desde el año 2020
se levantó el movimiento #LUCHABAES pidiendo ampliar el uso de la beca en
comercios locales y no solo en los supermercados socios y que este sea por todo
el año, no solo por 10 meses, lo que dura el año académico, los estudiantes
comemos todos los días igual que el presidente, los ministros y los
parlamentarios.
Pero ninguna de nuestras demandas a si escuchada ya que para el
parlamento de los millonarios el presupuesto esta acorde a la realidad, que
decir de la Convención Constitucional, que está más preocupada por los derechos
de las algas marinas que de la juventud que se rompe el lomo para salir
adelante.
2021 según la información del Ministerio de Desarrollo Social, la línea
de la pobreza extrema en el mismo mes corresponde a $119.305 por lo que hoy
todos los estudiantes que reciben la beca BAES estaríamos bajo la línea de la
pobreza extrema.
Esto es lo que quieren ocultar, este es el negocio con el que quieren
seguir.
¡Los estudiantes populares decimos basta!
Exigimos un reajuste real al costo de la vida, que cubra los 12 meses
del año, que permita romper el monopolio de los supermercados y favorezca al
pequeño comercio de nuestros barrios.
¡No más negocios multimillonarios a costa de nuestra miseria ¡
Este 25 de marzo saldremos a la calle con todo, sabemos que el gobierno
“Buena Onda del Arbolito”, incluido el falso Partido Comunista, nos echará los
perros verdes encima, tal como lo hizo la Concertación y Piñera.
No tenemos miedo, las calles son nuestras y no las dejaremos hasta que
se haga justicia.
COMPAÑEROS
LA REVOLUCION ES NECESARIA!!
Partido Comunista Revolucionario
Universidad de Santiago – Universidad de Chile
martes, 15 de febrero de 2022
VIVA EL PARTIDO DE LA CLASE
OBRERA!!
Segundo aniversario del Partido
Comunista Revolucionario de Chile.
El 15
de febrero del año 2020 los comunistas revolucionarios asumimos la tarea de
construir el partido de la clase obrera, un partido formado por trabajadoras y trabajadores
conscientes, que luchan por una sociedad justa y digna donde el pueblo tenga en
sus manos el poder para dirigir sus vidas y terminar con la explotación y la
miseria.
Comenzamos
abriendo camino a la Revolución Democrática Popular, en cada fabrica, maestranza
y construcción, en cada lugar de trabajo los militantes del PCR difundimos nuestro
programa político, que surge del análisis de la realidad nacional a partir del
Socialismo Científico.
Han sido
dos años de intenso trabajo, con todo en contra, pero la represión y la pandemia
no pudieron detener a nuestro partido, que hoy crece en la clase obrera, estudiantes
y pobladores.
Como determinamos
en el ampliado de cuadros de febrero de 2020, la fundación de este Partido de
nuevo tipo, armado en el marxismo-leninismo, seguiremos fortaleciendo esta organización
pública y secreta para la Revolución y la construcción del Socialismo en Chile.
COMPAÑEROS,
LA REVOLUCION ES NECESARIA!!
DIRECCION
NACIONAL
PARTIDO
COMUNISTA REVOLUCIONARIO DE CHILE.
Febrero
2022.
martes, 1 de febrero de 2022
El
valor de las «libertades democráticas» en un Estado burgués y el modo de
aprovecharlas; Enver Hoxha, 1966
«La burguesía y, junto a ella, los
revisionistas modernos, hablan y hacen cálculos sobre las llamadas «libertades
democráticas». En efecto, en cada Estado burgués denominado democrático,
existen algunas «libertades democráticas» relativas. Decimos relativas, porque
no rebasan jamás el límite de la concepción burguesa de la «libertad» y de la
«democracia», porque llegan precisamente hasta el punto de no perjudicar los
intereses vitales de la burguesía en el poder.
Naturalmente, la clase obrera y los
hombres progresistas aprovechan estas condiciones para organizarse, para
difundir sus concepciones y su ideología, y preparar el derrocamiento de las
clases explotadoras y la toma del poder.
Después de la Segunda Guerra Mundial, en
muchos países capitalistas de Europa, como resultado de la victoria sobre el
fascismo y del papel desempeñado por los partidos comunistas en la lucha
antifascista, estos partidos llegaron incluso a participar en el gobierno –por ejemplo,
en Francia, en Italia, en Finlandia, etc.–, y hasta tener un gran número de
diputados en el parlamento, importantes cargos en el aparato del Estado, e
inclusive en el ejército, etc.
Asimismo, en diferentes períodos durante
estos últimos 15 años, se crearon condiciones favorables para el partido de la
clase obrera y las fuerzas progresistas en algunos países del Medio Oriente,
como Irán e Irak, y de América Latina, como Guatemala, Brasil, Ecuador,
Venezuela y otros. En Indonesia se creó una situación bastante favorable. El
Partido Comunista de Indonesia creció con rapidez, formaba parte del gobierno y
ejercía una gran influencia en la política interior y exterior del país, etc.
Pero, también en las condiciones de las
«libertades democráticas», se desarrolla una aguda lucha de clases, una lucha a
vida o muerte, entre la revolución y la reacción, entre el proletariado y la
burguesía. Si el proletariado y su partido se esfuerzan por consolidar sus
posiciones, por su parte, la reacción y la burguesía no duermen. Por el
contrario, valiéndose del aparato estatal burgués, de la policía y las fuerzas
armadas, practicando la corrupción y la subversión, alimentando el oportunismo
y las ilusiones reformistas y pacifistas en el seno de la clase obrera, etc.,
se preparan seriamente para consolidar sus posiciones y desbaratar a las
fuerzas revolucionarias.
El desarrollo de los acontecimientos
tras la Segunda Guerra Mundial muestra que, en el marco de las «libertades
democráticas», la burguesía ha actuado enérgicamente y en diferentes formas
para liquidar el movimiento revolucionario de la clase obrera.
Después que la burguesía y la reacción
lograron consolidar sus posiciones, expulsaron a los comunistas del gobierno,
de los puestos importantes en el aparato del Estado y del ejército, como
sucedió en Italia, Francia y Finlandia. En Inglaterra, Austria y otros países,
ni siquiera se toleró la presencia de los comunistas en el parlamento, mientras
que en Grecia fueron encarcelados y combatidos por la fuerza de las armas.
Cuando la burguesía y la reacción
constatan que su poder está amenazado por la fuerza y el prestigio crecientes
del partido comunista y del movimiento revolucionario de las masas, juegan su
última carta: ponen en acción a las fuerzas armadas, organizan pogromos para
aplastar y liquidar al movimiento revolucionario y a los partidos comunistas,
como sucedió en Irán e Irak, y, recientemente, con los trágicos acontecimientos
de Indonesia. En tales casos la reacción y la burguesía de un país dado han
aprovechado directamente también la ayuda de la reacción mundial, incluso el
apoyo de sus fuerzas armadas como ha ocurrido en la República Dominicana y
otros lugares.
¿Qué conclusiones se pueden sacar de
esta experiencia histórica?
Primero, que las llamadas «libertad
burguesa» y «libertad democrática» en los países capitalistas no son como para
permitir a los partidos comunistas y a los grupos revolucionarios alcanzar sus
objetivos. De ningún modo. La burguesía y la reacción toleran la actividad de
los revolucionarios mientras no constituya un peligro para el poder de clase de
la burguesía. Cuando este poder está en peligro, o cuando la reacción encuentra
el momento propicio, sofoca las libertades democráticas, recurre a todos los
medios, sin ningún escrúpulo moral ni político, para destruir a las fuerzas
revolucionarias. En todos los países en que se ha permitido a los partidos
comunistas militar abiertamente, la burguesía y la reacción aprovechan esa
situación para conocer toda la actividad, las personas, los métodos de trabajo
y de lucha de los partidos marxista-leninistas y de los revolucionarlos, Por
eso, los comunistas y sus partidos auténticamente marxistas-leninistas
cometerían un error fatal si tuvieran confianza en las «libertades» burguesas
que les proporciona la coyuntura, si lo hicieran todo abiertamente y no
guardaran el secreto de su organización y de sus planes. Los comunistas deben
aprovechar las condiciones del trabajo legal, incluso para desarrollar un
amplio trabajo propagandístico y organizativo, pero, al mismo tiempo, deben
estar preparados para el trabajo clandestino.
Segundo, las ilusiones oportunistas
sobre la «vía pacífica» para la toma del poder son un bluf y representan un
gran peligro para el movimiento revolucionario. En apariencia, el Partido
Comunista de Indonesia parecía tener el terreno más favorable para alcanzar su
objetivo siguiendo esta vía. No obstante, los comunistas indonesios habían
declarado más de una vez que no se forjaban ilusiones sobre la «vía pacífica».
En su saludo al congreso del Partido Comunista de Nueva Zelanda, la delegación
del Comité Central del Partido Comunista de Indonesia confirmaba que:
«Los acontecimientos de Indonesia han
demostrado una vez más que no existe ninguna clase dominante, ni fuerza
reaccionaria que permita a las fuerzas revolucionarias conquistar la victoria
por la «vía pacífica». (Partido Comunista de Indonesia; Saludo del Partido
Comunista de Indonesia al XXIº Congreso del Partido Comunista de Nueva Zelanda,
1966)
Los comunistas extraen de los trágicos
acontecimientos de Indonesia la enseñanza de que no es suficiente desechar las
ilusiones oportunistas sobre la «vía pacífica» y reconocer que la única vía
para la toma del poder es la vía revolucionaria de la lucha armada. El partido
del proletariado, los marxistas-leninistas y todo revolucionario deben tomar
medidas efectivas para preparar la revolución, comenzando por la educación de
los comunistas y de las masas en el espíritu militante revolucionario y
llegando hasta su preparación concreta para hacer frente a la violencia
contrarrevolucionaria de la reacción con la lucha armada revolucionaria de las
masas populares.
Tercero, independientemente de las
condiciones y de las posiciones favorables que puede disfrutar en un
determinado momento, el partido de la clase obrera no debe relajar un solo
instante la vigilancia revolucionaria, sobrestimar sus fuerzas y las de sus
aliados y subestimar la fuerza del adversario, de la burguesía y la reacción.
El Partido Comunista de Indonesia gozaba de una gran influencia en el país,
pero parece que sobrestimó en particular la fuerza política de Sukarno y del
sector de la burguesía que le apoyaba, y tuvo demasiada confianza en esta
fuerza. Al mismo tiempo, parece que subestimó la fuerza de la reacción, en
particular de la reacción en el ejército, Al parecer los camaradas indonesios
pensaban que el que tenía a Sukarno de su parte, tenía la llave de Indonesia,
sin analizar debidamente en qué consistía la fuerza de Sukarno y hasta qué
punto esta fuerza era real, particularmente entre el pueblo. Los recientes
acontecimientos de Indonesia demostraron claramente que el prestigio y la
autoridad de Sukarno no se apoyaba en una base social, económica y política
sólida. Los generales reaccionarios lograron neutralizar a Sukarno, e incluso,
mientras les convenía, le explotaron para sus fines contrarrevolucionarios.
Cuarto, el partido marxista-leninista y
todos los auténticos revolucionarios deben seguir consecuente y resueltamente
una línea revolucionaria y luchar audazmente contra el oportunismo y su más
sórdida manifestación, el revisionismo moderno, tanto el jruschovista como el
titoista. Los oportunistas y los revisionistas modernos han hecho de la lucha
por las «libertades» burguesas su bandera y han renunciado a la revolución,
preconizan la «vía pacífica» como la única vía para la toma del poder.
Precisamente la línea oportunista y revisionista, la influencia de los
revisionistas jruschovistas, etc., han transformado a numerosos partidos
comunistas, que en el pasado constituían una gran fuerza revolucionaria, en
partidos de las reformas sociales, en apéndices y furgones de cola de la
burguesía reaccionaria. Esto sucedió con los partidos comunistas de Italia, de
Francia, de Finlandia, de Inglaterra, de Austria y otros. La aplicación de la
línea oportunista del XXº Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética
de los jruschovistas condujo a la catástrofe y a la liquidación al Partido
Comunista de Irak, al antiguo Partido Comunista del Brasil, al Partido
Comunista de Argelia, etc. El Partido Comunista de Indonesia se opone al
revisionismo moderno. Los últimos acontecimientos de Indonesia y el papel de
zapa que los revisionistas jruschovistas jugaron allí, demuestran que un
verdadero partido revolucionario, fiel al marxismo-leninismo, decidido a llevar
audazmente adelante la revolución, debe mantener una actitud bien definida
frente al oportunismo, al revisionismo jruschovista y titoista. No basta
solidarizarse con la lucha de los marxistas-leninistas contra el revisionismo,
es preciso también que el partido luche de manera intransigente y abierta
contra la traición revisionista, porque únicamente así pueden los comunistas
educarse en un espíritu revolucionario y puede ser preservado el partido de
todo peligro de revisionismo. Sin combatir resuelta y consecuentemente contra
el oportunismo y el revisionismo jruschovista, no se puede combatir al imperialismo,
no se puede combatir a la reacción, no se puede impulsar la causa de la
revolución y el socialismo». (Enver Hoxha; El golpe fascista en Indonesia y las
enseñanzas que extraen de él los comunistas, 11 de mayo de 1966)