sábado, 29 de agosto de 2020

POR QUE CAYO LA UP


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Apropósito del 50 Aniversario del triunfo de la Unidad Popular compartimos este trabajo que analiza las causas del fin del gobierno popular desde una mirada critica.

lunes, 3 de agosto de 2020

EL SOCIALISMO CHINO


El desarrollo de la pandemia ha mostrado otra faceta de la competencia entre China y EEUU, encontrar primero la vacuna contra el COVID 19. La aparente ventaja de China en controlar los contagios así como el avance en la búsqueda de una cura provoca el entusiasmo de algunos Partidos Comunistas que se declaran marxistas-leninistas, en especial de Chile y Argentina, por anunciar la superioridad del sistema socialista en China .

Esta confusión u oportunismo de partidos que saltan de una posición a otra según su conveniencia buscando un buen árbol al que arrimarse, los lleva a pasar por alto los hechos objetivos, estos partidos maoístas encubiertos niegan el carácter imperialista de China, así como la explotación del proletariado Chino y la conducción del Estado por una clase burocrática y burguesa enquistada en el poder junto a la casta militar que la perpetua.

Estos maoístas declaran que China es socialista  porque cumpliría, estando Mao en vida, con las bases comunes de la edificación del socialismo:

 

1.- La existencia de un partido que representa la vanguardia de la clase obrera y que aplica las lecciones del marxismo-leninismo. Cuando Mao Zedong inicia la Gran Marcha abandonando las ciudades, dejando el trabajo en la clase obrera, el grueso de la militancia del partido la componen campesinos, burgueses y vagabundos, que marcara en definitiva su origen pequeño burgués, que deja de aplicar las lecciones del marxismo-leninismo el cual es reemplazado por el “Pensamiento de Mao Zedong” el cual promueve la participación burguesa en la nueva sociedad y en el partido, siendo desplazado del poder más tarde por sus propios socios burgueses, recurriendo a pugnas palaciegas para recuperar parte de éste.

 

2.- La transformación revolucionaria de la naturaleza de clase del estado e instauración de la dictadura del proletariado, destruyendo el poder económico y político de la burguesía. Pero según el “Pensamiento de Mao Zedong” las contradicciones de clase entre el proletariado y la burguesía, eran contradicciones en el seno del pueblo, por tanto el Estado que se instauro fue pluriclasista e incluso la burguesía podría ser incorporada a la construcción del socialismo en China.

 

3.- La instauración de una economía centralizada bajo la dirección del Partido basada en las enseñanzas del marxismo-leninismo y en la experiencia de la Unión Soviética, que indicaban que el desarrollo de la industria pesada era fundamental para desarrollar la industria liviana y la agricultura. Pero Mao adopta el camino de desarrollo capitalista, poner la industria liviana y la agricultura ha desarrollar como la principal tarea para salir del subdesarrollo. Al perder el apoyo económico e industrial del revisionismo jruchovista que campeaba en la Unión Soviética, China no cuenta con una industria pesada que la abastezca de todo lo que necesita para seguir expandiendo la industria liviana y la agricultura, viéndose el Partido en la obligación de colocar el desarrollo de la industria pesada como la principal. Para recuperar el tiempo perdido Mao plantea el “Gran Salto Adelante” que inicia la campaña para elevar la producción  de acero, colocando la actividad subjetiva de los hombres por encima de las condiciones objetivas, campaña que resulto en un gran fracaso.

 

4.- Una Reforma Agraria radical que permita la introducción relaciones de producción no capitalista en la agricultura, y después la implantación práctica de las relaciones de producción socialista. Pero Mao pretende saltar  la etapa de la cooperativa agrícola a la instauración de las “Comunas Populares” implantando el comunismo de inmediato en el sector agrícola, lo que provocó una crisis en la productividad, por negarse los campesinos a perder su parcela de tierra y sus escasos animales. Esta política errática pequeño burguesa de anteponer el factor subjetivo sobre las condiciones objetivas en la industrialización y en la agricultura, le significo a Mao perder poder en el Partido y en el gobierno ante Liu Shao-Chi y Teng Siao Ping iniciando la “Revolución Cultural” para recuperarlo.

 

Muerto Mao en 1976 Hua Guofeng ante las reformas propiciadas por Teng Siao Ping (Vicepresidente del Partido) en diciembre de 1978, dijo: “Todo lo que las decisiones políticas de Mao había tomado, deben ser respetadas independientemente de las instrucciones que tenia de dato, estas se deben seguir con firmeza”.

Por su parte Teng Siao Ping respondió: “que mantenerse fiel al pensamiento de Mao Tse Tung no significaba el aferrarse a citas o párrafos, sino de tratar de entender y aplicar el método y el sistema de análisis de Mao”

El proceso de reforma iniciado en 1979 no tuvo una concepción pre-establecida , estas perseguían establecer un modelo económico de inversión, ahorro y exportaciones baratas, iniciándose el abandono del modelo maoísta.

Las reformas comenzaron en la agricultura (1979-1984) con la introducción de los contratos familiares que llevo al desmantelamiento de las comunas populares, que consistió en asignar tierras a los hogares que trabajaban en forma colectiva, dando incentivos para que la explotasen en forma individual. En 1980 el 14% de las comunidades se incorporaron a la producción por hogar, en 1981 es el 45%, en 1982 es el 80% y a finales de 1983 el 99%. Relajándose el control del Estado en la agricultura, lo que permitió la creación de la pequeña industria creada por los campesinos para satisfacer sus necesidades,  absorbiendo la mano de obra que había quedado cesante con el termino de las tierras colectivas. La senda de la privatización rural termina en 1988, cuando la Asamblea Nacional Popular aprobó una enmienda constitucional autorizando la libre compra-venta de la utilización de la tierra.

La reforma de la Industria desde 1979 llevo a la práctica primero la ampliación experimental de la autogestión empresarial y la ampliación del sistema de responsabilidad económica al 80% de las empresas industriales estatales y más del 35% de las comerciales abarcadas en el presupuesto estatal, disponiendo de cierto poder de autogestión en el planeamiento de la producción, en la compra y venta de productos, distribución de ganancias, uso de fondos y nombramiento y destitución de personal. En 1983 las empresas dejaron de entregar sus ganancias al Estado, pasando a pagar impuestos sobre los beneficios.

En 1983 el partido decide que el Estado puede proceder a la venta de las pequeñas y medianas empresas que comprendían el 95% de todas las empresas estatales, vendiendo la mitad de éstas.

En la década del 90, comenzó una nueva etapa de reformas en la que las autoridades se centran  en las grandes empresas estatales, las que el 2007 sumaban 122.000 y representaban el 11% del número total de empresas, las que entregaban el 38% de la producción, las empresas privadas el 30% y el 32% las empresas mixta.

El sector industrial fue transformándose gracias a la gran inversión de recursos financieros provenientes de la agricultura y al proceso de desregularización que permitió a las empresas dedicar parte de sus beneficios a inversiones libremente decididas o al pago de planes incentivadores de la productividad en el trabajo, e incluso pudiendo  las empresas retener parte de las divisas obtenidas por las exportaciones, pudiendo estas incluso despedir obreros. Adicionalmente, para estimular la productividad y la inversión se generalizo el acceso  cada vez más fluido al crédito bancario y procede a  desvaluar el Yuan, disminuyendo el costo de la mano de obra, que permitió bajar sus costos de producción e invadir el mercado mundial con manufacturas baratas, provocando la quiebra de importantes empresas principalmente en los países del tercer mundo.

A estas medidas se agregaron la liberación del comercio de servicios y los movimientos de capitales, lo que se traduciría en el libre establecimiento de bancos y otras entidades financieras extranjeras en el país. Al ingresar a la Organización Mundial de Comercio (OMC) China inicia su liberación comercial empezando por reducir drásticamente el proteccionismo de su arancel de aduana. Se incluyeron los fletes, derechos de propiedad, seguros, establecimiento de entidades financieras, etc. Para dar mayor flexibilidad a la economía se realiza una reforma bancaria. También se incluyó la creación de un mercado único bursátil a escala nacional, comenzaron a cotizarse en la bolsa grandes compañías estatales, lo que junto con la creación de las Zonas de Comercio Especiales (ZEE) atrajo el interés de los inversionistas de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón. Las primeras en llegar fueron Coca Cola, la industria hotelera Sheraton In. y Holiday In. El 2004, 500 mil empresas extranjeras operaban en China, principalmente industria de montaje. Entre 1990 y 2004 las empresas estadounidenses en China habían obtenido más de 250.000 millones de dólares de ganancias.

La industria privada y las multinacionales cuentan con una mano de obra barata la que explotan en forma intensiva, aprovechando la escasa experiencia de lucha sindical de la clase obrera, ya que la mayoría estaba integrada por campesinos que tenían una actitud sumisa heredada de  la época feudal y por antiguos trabajadores de empresas estatales, también ajenos a la acción sindical. Parte del PIB destinado a salarios era del 56,5% en 1983 se reduce al 36% en 2005. Pero hoy en día se enfrentan contra sus explotadores en defensa de sus propios intereses económicos, enfrentamientos propios de las contradicciones de clase existente en una sociedad capitalista.

 

La Academia de Ciencias Sociales de China advirtió el 2009 sobre las negativas consecuencias que podría acarrear el aumento de las desigualdades en la distribución de la riqueza, ya que el 0,4% de la población acumulaba el 70% de la riqueza. China es el país del mundo con más billonarios después de Estados Unidos.

China el año 2011 tenía 2 billones de dólares en ahorro de divisas gracias a su modelo económico basado en el binomio exportaciones baratas e inversión que le han permitido desarrollarse como una potencia imperialista, llegando sus inversiones en el exterior a 270.000 millones de dólares en ese año. Las cuales tenían por objeto de proveer a China de materias primas de las que carece y así darle salida al capital que disponía  a través de préstamos relacionados con sus exportaciones o a la construcción de infraestructuras la que realiza con materiales y obra de mano china y como parte del proyecto chino de consolidar su influencia internacional y asegurarse la previsión de recursos, indispensable para mantener su crecimiento. En el periodo 2009-2010 China supero al Banco Mundial como prestamista al tercer mundo.

El 71%  de sus inversiones están colocadas en colocadas en Asia:  en Kazajstán compra al gobierno de este país los yacimientos de petróleo y la refinería Chimkent, controlando el 21% de la producción de crudo, anunciando el 2008 la construcción del gasoducto Kazajstan-China; Takmenistan el 2009 China inauguro un gran gaseoducto que atraviesa Uzbekistan y Kazajstan hasta la frontera occidental china; en Tayikistan China se interesa en los sectores de la minería, agricultura y otros proyecto de gran escala; Irán provee  petróleo a China a cambio de dos reactores nucleares.

En África más de 2.000 empresas chinas trabajan en infraestructura, construcción, minería, energía, transformándose en un importante socio comercial.

El 18% de sus inversiones están en América Latina, según un informe del Foro económico Mundial China es el principal socio comercial de Argentina, Brasil, Perú, Chile y Uruguay, y el segundo de México., y ahora Venezuela y Bolivia. También tiene inversiones en Estados Unidos, Europa y Oceanía.

China como toda potencia imperialista ve la necesidad de proteger sus inversiones, sus líneas de abastecimiento de recursos y ventas de productos, por lo que en estos últimos años ha estado abocada a construir una armada poderosa basada en la construcción de portaviones que le permita extender su fuerza de ataque más allá de sus costas.

Estos cambios fueron significativos en el abandono gradual del socialismo, más bien de una democracia popular, o de un régimen burgues autoritario dominado por una burocracia cívico-militar con una economía de capitalismo de Estado con dominio creciente de la empresa privada, que el Partido “Comunista” chino llama “socialismo de mercado” o “Socialismo con características china”.

 

 

 

 

 

 

 

Nota:

Para tener una visión más amplia sobre el rol jugado por Mao Zedong en la “Construcción Socialista en China” los invitamos a leer los siguientes artículos: “Mao el Marx Asiático o el Jruchov Chino” y “Cerca de los errores de Stalin según Mao Tse Tung” que forman parte del libro “El Camino de la Revolución Chilena” publicado por la “Organización Comunista Recabarren” hoy Partido Comunista Revolucionario.

 

Bibliografía:

Breve Historia de la Economía Socialista de China (1949-1984). Ediciones Beijing Informa

El Siglo de China de Ramón Tamames Editorial Planeta

El Desarrollo del Socialismo en China de Peter Fraussen Edición INEM

China: Pasado, Presente y Futuro de Alberto Javier Labrón Veija

China: Modelo de Desarrollo Económico de Julio A. Dáz Vázquez

La Proyección de China sobre Asia Central de Marcelo Javier de Los Reyes

Análisis de la Estrategia Naval China y sus implicancias de Jorge E. Molina

Aspectos Económicos, Militares y Políticos del Ascenso Internacional de China de L.Bolinaga

¿Comunistas Chinos? De Xulio Ríos Portal Rebelión

China y EE.UU. se Encuentran en África de Laura Deudón – Revista Pueblo

 

 

 

 

 

 

miércoles, 22 de julio de 2020

ESTALLIDO SOCIAL DE OCTUBRE


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Estallido Social de Octubre es una recopilación de los informes internos y declaraciones públicas emitidos durante todo el periodo en que se desarrollo el movimiento social que removió las bases del sistema capitalista administrado por el gobierno de Sebastian Piñera. En ellos se analiza desde la perspectiva marxista-leninista el origen y evolución del Estallido hasta su agotamiento.

Esperamos que este trabajo sea de utilidad para todos los revolucionarios que busquen una perspectiva critica, asi como una herramienta para entender el desarrollo de la lucha de clases en Chile.

miércoles, 24 de junio de 2020

UN ORDEN REVOLUCIONARIO ES POSIBLE Y NECESARIO


 

La pandemia del coronavirus se ha extendido en poco más de  100 días por todos los confines del planeta, alterando todas las formas de relaciones sociales,  llevando a cientos de miles  de personas a la muerte; contagiando y recluyendo en sus casas a millones.  Ha impactado la economía mundial, cuestionando el orden económico e institucional capitalista utilizado desde la década de 1980 para asegurar la acumulación de capital;  además, ha puesto de relieve el papel del neoliberalismo en la destrucción causada, y también ha planteado interrogantes sobre el modelo de vida  social, económica y política que seguirá como una nueva normalidad.

La Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista Leninistas (CIPOML) se pronuncia ante esta situación, en los términos siguientes:

 

I.-

La humanidad, y como parte de esta, de manera principal la clase obrera y el pueblo en general, está siendo impactada por la pandemia de la Covid 19; un hecho social tanto como una cuestión sanitaria, que con inusitada  rapidez y amplitud geográfica  ha conmocionado todo tipo de relaciones sociales.

Todos los países y pueblos del planeta han sido afectados de alguna manera y en gradaciones distintas. Rara vez tantos países y pueblos se han visto afectados en esta medida por algún evento.

La universidad estadounidense John Hopkins ha informado que, al 20 de junio de este año, más de 460 mil personas han muerto a causa de esta y 8,7 millones están contaminadas. Mientras tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS),  da cuenta de que millones de personas han sido confinadas en sus casas en cuarentena, muchas sufriendo hambre y otras carencias materiales, al tiempo que se enfrentan a la pobreza extrema, en munchos países sin acceso al apoyo público.

El desempleo ha aumentado un 20 % a nivel mundial, agravando este problema, como la pobreza general,  que antes de los embates de la pandemia ya  alcanzaban cifras alarmantes.  La fuerza de trabajo ha perdido valor,  precisamente por el crecimiento del desempleo y el constreñimiento de la actividad productiva.

En muchos países, incluso los considerados desarrollados, los hospitales han sido desbordados por la demanda de atención urgente,  y las funerarias no han dado abasto a la demanda de servicios fúnebres.  Fosas comunes para cientos de fallecidos han sido  cavadas, y  traen a la memoria los peores momentos de guerras y catástrofes. Muchas familias han sufrido el dolor de perder a los suyos, y de no poder siquiera organizar unas honras fúnebres para despedirlos.

El estado de sitio, el toque de queda,  el monitoreo a la privacidad individual por parte de los gobiernos mediante recursos informáticos y otras formas de control, todos los cuales fueron siempre  protestados por los pueblos, han devenido en medidas normales para combatir la  pandemia.

El miedo, la impotencia y la incertidumbre contra el virus mantienen a millones de seres humanos alerta, principalmente a las masas trabajadoras y a los pueblos en general. La ineficacia de los servicios de salud y de los hospitales a consecuencia de las políticas capitalistas neoliberales de privatización, austeridad y recortes son, sin duda, la razón de esto y de la destrucción causada por la pandemia. Es tal que no había suficientes camas e instalaciones hospitalarias, con pacientes esperando en camillas en los corredores,  equipos de protección inadecuado para los trabajadores de la salud, donde se dejaba morir a los ancianos y los vulnerables para dejar espacio a los pacientes más jóvenes. Es una verdadera tragedia humana.

 

II.-

En el período previo a la pandemia, los capitalistas estaban en un estado de ofensiva en contra de los obreros y trabajadores en casi todos los países. De manera particular en los sectores de educación y salud, los servicios públicos se redujeron al mínimo, con los servicios de salud completamente paralizados. Con el predominio de la confrontación entre Estados Unidos y China, las contradicciones en los países capitalistas imperialistas se intensifican más y la competencia se agrava. Estallando en un momento en que la economía capitalista internacional se estaba estancando, el mundo enfrentó la pandemia bajo estas caóticas condiciones. La burguesía mundial no pudo establecer un enfoque conjunto y no llevó a cabo una lucha unificada contra la pandemia. Al igual que en el caso de los miembros de la UE, que supuestamente está unificada, cada país quedó librado a su suerte.

Esto se demostró en la conducta de instituciones internacionales como la OMS, la misma UNESCO, en tanto agencias de la ONU. Por ejemplo, Donald Trump acusó a la OMS de colaborar con China y amenazó con retirar a EEUU de esta. A eso se suma el esfuerzo desarticulado de la investigación de vacunas, que actualmente avanza de forma independiente entre sí, lo que resulta en el desperdicio de recursos y la incapacidad de utilizar los hallazgos científicos. Ahora no hay duda que cualquier vacuna que se descubra se utilizará ante todo en los países y las clases más ricas. En esas condiciones, no se podía esperar que las instituciones del orden mundial neoliberal previnieran la pandemia y la combatieran eficazmente, y así fue. Como tal, ni siquiera pudo definirse una orientación general a la que se adhirieran los gobiernos nacionales. Han sido cómplices por comisión u omisión de las multinacionales farmacéuticas, por lo que quedan sin autoridad ante una gran parte del pueblo consciente y de la comunidad científica y sanitaria progresista.  

El orden capitalista neoliberal no tiene futuro

La investigación científica, que ha debido ser continua, porque anteriores virus advertían la necesidad de hacerla rigurosa y sistemática, fue dejada a la voluntad del capital, de las empresas que, vale la pena recordarlo, hacen negocios con la salud y,  de hecho, los virus mismos son una oportunidad para hacer negocios y acumular más capital.

Los  Estados hicieron uso de dinero público para construir infraestructuras que entregaron a empresas privadas de manera directa, o fueron privatizadas bajo el eufemismo de la gerencia mediante "patronatos" integrados por títeres de las clases dominantes.

Fueron congelados los presupuestos públicos destinados a investigación o  reducidos de manera significativa, a un punto tal que en gran parte de los países no hay partidas para ese capítulo vital para el desarrollo social y económico, para la prevención y el combate efectivo de virus, enfermedades y bacterias que afecten a seres humanos y a la naturaleza. A las universidades públicas también les han sido restringidos los presupuestos, inhabilitándolas por esa vía de hacer ciencia, y de aportar conocimientos para prevenir y superar  problemas.

Además, la pandemia llegó cuando la mayoría de los servicios sanitarios, especialmente los servicios clínicos y de atención habían sido privatizados, cerrado el acceso a los mismos para las grandes mayorías populares, mientras que los hospitales públicos que han logrado "sobrevivir" a las privatizaciones, operan con enormes carencias y apenas pueden atender de manera mínima afecciones a la salud de pequeños grupos del pueblo.

La pandemia es un acontecimiento tanto social como sanitario. Afecta las relaciones sociales, la producción económica y toda la actividad social y cultural.

La pandemia ha contribuido a la desaceleración de la economía capitalista mundial, que de hecho ya estaba estancada y en proceso de acumular factores antes del arranque de esta, mientras que actualmente  está agravando la crisis económica que comenzó durante ella. Combinada con la destrucción del medio ambiente causada por el sistema capitalista, la crisis está destruyendo las fuerzas productivas y la naturaleza, como lo planteó Carlos Marx en el Capital.

El proceso de la pandemia pone de relieve la necesidad de un nuevo orden social y político. Ha hecho que esta necesidad sea aún más urgente, con sectores más grandes de las masas trabajadoras tomando consciencia de las consecuencias del capitalismo y comenzando a cuestionar su existencia.

Varios ideólogos del mismo sistema capitalista coinciden en señalar que la normalidad post COVID 19 deberá ser diferente a la anterior a esta.

En este aspecto está planteada una disputa teórica y política. O sigue en pie la modalidad neoliberal de la explotación capitalista, con el dominio del mercado como principal ordenador de la actividad económica y social, y el capital financiero como principal beneficiario, para lo cual no es de descartar que el sistema tenga que recurrir a formas fascistas de dominio político.

O el capital recurre a políticas neo keynesianas, con un papel importante del Estado en la inversión y en la regulación de la actividad económica, acompañadas de  políticas de concesión de migajas sociales para la clase obrera y el pueblo en general.

Una tercera posibilidad es la perspectiva del crecimiento de una salida revolucionaria.

La CIPOML se afirma en esta última. No dejemos a la burguesía las esferas económica, social, política y cultural para que esta posibilidad pueda realizarse. Como hemos visto, la burguesía se ha mostrado incapaz frente a la pandemia, apeló a las masas a quedarse en casa, pero eso fue posible únicamente para quienes no tenían trabajo. Nuestra dignidad humana fue violentada. Cientos de miles, principalmente trabajadores de la salud, fueron forzados a trabajar sin protección en hospitales, fábricas, en sitios de trabajo y en las calles. El distanciamiento social no fue relevante para la mayoría de ellos. Este también ha sido un período en el que hemos visto el valor que dan a la vida y a las condiciones de trabajo. Ahora, en el nombre de una “nueva normalidad” somos obligados a trabajar para garantizar la supervivencia del sistema capitalista.

Una vez más hemos visto que los capitalistas no tienen nada para ofrecernos. En muchos países ni siquiera repartieron máscaras faciales. Los paquetes de apoyo económico contra la pandemia comprendieron exclusivamente el apoyo a los capitalistas, que ascendieron a miles de millones, mientras las pequeñas empresas recibieron muy poco y las masas trabajadoras fueron obligadas a trabajar por ganancias, y todo lo que recibieron fueron falsas promesas. Los hospitales ni siquiera nos sirvieron y ni siquiera pudimos completar las pruebas. Los hospitales ya se habían mostrado ineficaces.

En cada país habrá demandas específicas sobre las cuales se levantará  nuestra unidad y lucha. Algunas exigencias en las que podemos confluir y unirnos, no obstante entender la realidad específica de los diferentes países, son las siguientes:

·        No aceptar la imposición de políticas y rechazar el convertirnos en esclavos nacionales de los capitalistas.

·        En todos los lugares de trabajo debe garantizarse condiciones laborales contra la pandemia.

·        La salud no puede estar sujeta al comercio y lucro. La privatización de los sistemas de salud debería terminar, se debe garantizar el acceso del pueblo a servicios de salud de calidad y de manera gratuita.

·        Todas las instituciones y hospitales deben estar bajo control público, es inaceptable el estado en el que se encuentra el sistema de salud.

·        Se debe proporcionar el suficiente apoyo financiero a la familia de los trabajadores que han quedado sin trabajo, que no tienen ingresos suficientes o carecen de ellos para cubrir sus necesidades esenciales. Las facturas de arriendo de vivienda, electricidad, agua, gas deben ser cubiertas por el Estado. Las deudas de créditos de los trabajadores en esta situación y de los pequeños productores y de los dueños de pequeños negocios deben ser canceladas.

·        A pesar de ser llamada la “nueva normalidad”, no está claro que la pandemia haya terminado o que no cause una segunda oleada. Debemos luchar contra estas políticas de los capitalistas y de su sistema capitalista que acerca esta posibilidad, que nos sacrifica en pro de su supervivencia y provecho, mientras no se toman medidas para asegurar el futuro de la humanidad.

Para levantar nuestra lucha por estas demandas en contra del orden capitalista internacional, que es el responsable de la pandemia, tenemos que tratar de unir todo lo que sea políticamente posible, para golpear al imperialismo y a los gobiernos capitalistas a su servicio. Los espacios donde se desarrollará esta unidad incluyen campañas masivas, organizaciones sindicales, de profesionales, iniciativas locales, organizaciones estudiantiles, de la juventud y de mujeres, y varios frentes populares que reúnen a estas organizaciones y a los sectores más amplios del pueblo.

Un orden revolucionario es posible y necesario

La pandemia en curso es un terrible desastre. Cientos de miles de vidas humanas se han perdido; millones de personas enfrentan hambre y diversas formas de privación; crece el desempleo y se desvaloriza la fuerza de trabajo; y, el grueso de la humanidad se mantiene en la incertidumbre, en miedo, con los nervios de punta, como bajo una espada de Damocles.

Todas las adversidades invitan a luchar en su contra. En la lucha en contra de la pandemia, lo mejor de los seres humanos, la solidaridad, se ha hecho sentir cada vez más. La pandemia y las posiciones que la burguesía tomó contra la pandemia también han impulsado la reacción, el descontento y la ira de los trabajadores y las masas trabajadoras contra los efectos del orden capitalista. Esto se expresa en la mejora del sentido de solidaridad entre las masas trabajadoras, así como en la tendencia creciente a tomar medidas para expresar esta reacción, que es desencadenada por una variedad de razones.

La pandemia ha contribuido a levantar el espíritu de solidaridad humana de millones de personas en todas partes del planeta, en un mentís al “sálvese quien pueda”, impuesto por el individualismo neoliberal.  La gente comparte con otras lo poco que tiene; busca cómo hacer más ligera la carga material y espiritual que sobrellevan otros. Las redes locales de solidaridad que brindan apoyo a las personas y trabajadores públicos, especialmente a los trabajadores de la salud, han brotado en todo el mundo.

Es notorio el interés de los científicos por dar lo mejor de si para ayudar a la humanidad a salir rápido de esta calamidad; los profesionales de la salud, en general, no reparan en poner en riesgo su vida para atender a las personas en medio de todas las precariedades de los sistemas sanitarios

Digno de mención es también la actitud de las celebridades del mundo del arte y la cultura, que han estado ofreciendo sus creaciones y habilidades para animar, elevar el espíritu de resistencia y fortalecer la esperanza de un futuro vivible.

Todas estas son tendencias que tenemos que ayudar a desarrollarlas y basar nuestro trabajo en ellas. En medio del distanciamiento físico impuesto por la cuarentena, las protestas populares van teniendo lugar. En un inicio, debido a las circunstancias, fueron pequeños grupos. Pero esta tendencia que estaba creciendo en muchos países antes de la pandemia, alcanzó proporciones masivas con el asesinato de George Floyd, que compensó las amplias manifestaciones en las que participaron cientos de miles de personas, no únicamente en los Estados Unidos, sino casi en todo el mundo. Esta ola de lucha que estalla como resultado de la ira de las masas, que se desarrolla en el período pandémico en contra de la brutalidad del capitalismo, ahora nos presenta la línea de lucha que podemos seguir.

La CIPOML llama a la clase obrera y a las masas trabajadoras, a todos los descontentos con la agresión del capitalismo y la falta de futuro a la que nos ha condenado, a redoblar la unidad, la solidaridad y la lucha. Podemos alcanzar nuestro futuro si nos unimos y luchamos en contra de la agresión neoliberal capitalista que usurpa nuestras vidas y nuestro futuro.

¡El futuro es nuestro!

Comité Coordinador

Conferencia Internacional de los Partidos y

Organizaciones Marxistas Leninistas (CIPOML)

 

Junio, 2020


 


lunes, 8 de junio de 2020

ESTALLIDO EN EL SISTEMA CAPITALISTA IMPERIAL




                                    

 

En Estados Unidos de Norteamérica se ha producido un estallido social sin precedentes en muchos años, tanto por la amplitud de las protestas como por sus expresiones de combatividad. El asesinato de George Floyd, a manos de la Policía en Minneapolis, ha provocado que miles de hombres y mujeres se tomen las calles de más de ciento veinte ciudades en todos los estados del país, unificados con el grito «Sin justicia no habrá paz».

 

El rápido contagio de las protestas iniciadas en Minneapolis y las connotaciones sociales y políticas que ahora tienen en todo el país, expresan cuán reprimidas se encontraban en la población el descontento y el rechazo a múltiples problemas, algunos de los cuales se han visibilizado aún más y otros se han agudizado por efecto de la pandemia del Covid 19. Los pueblos de EEUU rechazan el racismo, el deterioro de las condiciones de trabajo y de vida, el vertiginoso crecimiento del desempleo (40 millones de desocupados en los últimos meses), la  alta tasa de mortalidad por acción de la pandemia, que afecta fundamentalmente a los más pobres, a los negros, a latinos, a los migrantes, la xenofobia y el supremacismo blanco promovidos por el presidente Donald Trump y los círculos dominantes de poder, es decir, es una lucha que cuestiona al sistema capitalista imperante.

 

Los acontecimientos que hoy se producen en EEUU –que meses antes los vimos en varios países de América Latina, Europa, Asia y África- son fácilmente explicables al mirar cómo actúa el capitalismo sobre los trabajadores y los pueblos para garantizar la reproducción del capital y el incremento de las ganancias de sus propietarios. Sin embargo, las movilizaciones en EEUU tienen una trascendencia e importancia particular, pues, se producen en la principal economía capitalista-imperialista del mundo, evidenciándose que las potencias más desarrolladas no están blindadas al combate de las masas. Donde hay explotación y opresión, hay resistencia y lucha de los trabajadores y los pueblos.

 

En todo el mundo, el descontento y repudio de los trabajadores y los pueblos crece porque sus condiciones de vida se ven más afectadas a medida que la economía capitalista se encoge. Los efectos de la pandemia del Covid 19, sobre la economía mundial y de cada uno de los países, afectan principalmente a los trabajadores, a los desempleados y subempleados, a los sin casa, a los campesinos sin tierra, a los migrantes, a los sectores más empobrecidos de la sociedad, lo que hace prever que nuevas revueltas, nuevas luchas se extenderán en el mundo por justicia, por derechos sociales y políticos, contra la opresión y la explotación.

 

La Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista Leninistas (CIPOML) expresa su solidaridad con los trabajadores, los jóvenes, las mujeres que se han levantado en lucha en los Estados Unidos y condena la brutal respuesta dada por el gobierno de Donald Trump; rechazamos la movilización de tropas militares y de la Guardia Nacional, la declaratoria del estado de emergencia y toques de queda en varios estados, la violenta represión que ha cobrado la vida de otros ciudadanos en las protestas que, no obstante, no ha podido frenar la indignación y la presencia de miles de luchadores en las calles.

 

Llamamos a los trabajadores y los pueblos del mundo, a los partidos y organizaciones integrantes de nuestra Conferencia a mantener y organizar nuevas demostraciones de solidaridad con los pueblos de EEUU y de condena al imperialismo estadounidense.

 

 

 

Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista Leninista CIPOML

 

Junio de 2020

 

 

 

 

 

 

sábado, 9 de mayo de 2020

9 DE MAYO DÍA DE LA VICTORIA



9 de mayo de 1945 la URSS celebra el triunfo sobre la Alemania Nazi demostrando la superioridad del Socialismo desarrollado por Lenin y aplicado por Stalin. Sistema traicionado en 1956 por Jrushchov iniciando la destrucción del primer estado obrero.

En conmemoración del triunfo del pueblo soviético y el ejercito rojo reproducimos la publicacion de nuestro trabajo sobre la caida de la union sovietica







¿POR  QUÉ  CAYO  LA  URSS? 
    Terminada la segunda guerra mundial la URSS debió emprender el camino de la reconstrucción ya que los invasores hitlerianos habían devastado el país, lo que logró en 1948 a pesar de la ayuda que debió prestar a las Democracias Populares que se habían instaurado en Europa del Este.
     A pesar de los logros en la reconstrucción del país los efectos de la guerra tuvieron  graves consecuencias a futuro: habían muerto 20.000.000 de soviéticos, en gran parte lo mejor de la clase obrera que había participado en la Revolución de Octubre o vivido los primeros años de la construcción socialista, la necesidad de abastecer de armamento al Ejército Rojo había disminuido la fabricación de maquinaria agrícola, repercutiendo en el rendimiento de los campos, la necesidad de jerarquizar los mandos en el ejército, trajo consigo el peligro que algunos mariscales se creyeran con más poder que el partido, que los cuadros dirigentes del partido y del estado eludieran el control de las masas soviéticas burocratizándose, los que años más tarde apartarían a la Unión Soviética de su camino socialista.

     José Stalin luchó contra las tendencias bonapartistas de algunos mariscales del Ejército Rojo, no importando que fueran héroes de la segunda guerra mundial como es el caso de Zhúkov que fue relevado de su mando en Moscú y enviado a una guarnición al interior del país. Así como las tendencias anti proletarias de algunos intelectuales y dirigentes del partido, sin que tomara parte la clase obrera soviética en la lucha ideológica que le permitiera elevar su conciencia socialista, que la armara contra los enemigos internos  del estado proletario.

     En el XIX Congreso del Partido Comunista (Bolchevique) de la URSS, que pasaría a llamarse Partido Comunista de la Unión Soviética-PCUS, se pusieron al descubierto serias deficiencias en el funcionamiento de los ministerios y  las empresas en las cuales se producía menos que la capacidad instalada, no se consideraba el uso de técnicas más avanzadas y mejores métodos de organización del trabajo y para aumentar la producción se recurría a la construcción de nuevas industrias, derroche de materia prima, de las que en algunas industrias había excedentes. Algunas empresas realizaban la mitad de su trabajo en los últimos 10 días del mes, lo que repercutía en la calidad de los productos. Todo esto en perjuicio de los intereses del estado  proletario,   al   incidir todas estas deficiencias en los costos de la producción y en el nivel de vida de la población.

         En dicho Congreso se tomaron los acuerdos para revertir tal situación, llamando a romper la inercia, a utilizar los adelantos técnicos y adoptar nuevos métodos de gestión, dirección y de trabajo. Se realizaría una reestructuración  en los ministerios y con relación al partido se ampliaría su Comité Central a 100 miembros y su buró político de 11 a 25 miembros.

PARA PASAR DEL SOCIALISMO AL COMUNISMO 

     Por su parte José Stalin en su último escrito “Problemas Económicos del Socialismo en la URSS” (septiembre 1952) dilucida teóricamente las medidas a seguir para continuar fortaleciendo la construcción socialista e iniciar la transición al Comunismo. Para esto se tenía que  eliminar  la oposición entre el campo y la ciudad, lo que tenía que ver con el intercambio de mercancías entre la industria y los koljoses (granjas colectivas), el que debía propender a reemplazar por el intercambio de productos, dejando de lado la utilización de dinero, con el cual el estado proletario le pagaba al campesinado koljosiano la parte de la producción que le compraba y que obtenía a través de las ventas que hacía directamente a la población en el mercado, terminando así con el medio de atesoramiento y corrupción que se daba en las relaciones económicas de algunos sectores de la producción del estado y del partido. Para lograrlo debía aumentar en forma constante la producción de artículos de consumo y maquinarias, satisfaciendo las demandas del pueblo y del campesino koljosiano, terminando con la escasez que hacía necesaria la utilización del dinero como medio de distribución de la producción entre la población, pero fundamentalmente el aumento constante de los medios de producción necesarios para satisfacer dichas demandas. De esta manera se iría trasformando la propiedad koljosiana en propiedad socialista, eliminando otra causa de la oposición entre la ciudad y el campo.
      En dicho trabajo rechaza las proposiciones de algunos economistas que pedían vender a los koljoses la propiedad de la tierra y los instrumentos fundamentales de  producción,   eliminando   la   Empresa Estatal de Maquinarias Agrícolas, encargada de realizar la roturación y cosecha de los campos para así elevar la propiedad koljosiana a  nivel  de todo el pueblo. Hacer esto significaba condenar al campesinado cooperativista a la ruina, socavar la mecanización de la agricultura, disminuir  la producción, por el alto costo de la maquinaria. “Era dar un paso atrás, hacia el atraso, e intentar retroceder la rueda de la historia”   ya   que   se   ampliaría   la   circulación mercantil frenando el paso al Comunismo y permitiría el  resurgimiento del capitalismo.

EL GOLPE DE ESTADO REVISIONISTA JRUCHOVISTA 
     El 5 de Marzo de 1953 muere José Stalin. El 6 de Marzo de 1953 se inicia una lucha por el poder al interior del Buró político del PCUS entre los oportunistas que habían permanecido ocultos tras las alabanzas a Stalin, con aquellos que aún seguían fieles al marxismo-leninismo. Ese mismo día se derogan los acuerdos del XIX Congreso del PCUS relacionados con la administración del estado y del partido, dándose inicio a un proceso de reformas que llevarían a la muerte de la URSS treinta y cuatro años más tarde.
     En lo interno se adoptan medidas populistas para ganarse a los trabajadores soviéticos, se revisan las penas por negligencias y ausencia laboral, las que al año siguiente debieron ser repuestas en mayor grado por el ausentismo laboral, ya que al no existir los despidos como en el  régimen capitalista, los elementos más atrasados de la clase obrera faltaban a su trabajo. Se debilita la economía centralizada  al dar mayores atribuciones a los funcionarios inferiores y mayores derechos a los directores de empresas, se aumentan los estímulos económicos. A los koljoses se les concede la eliminación de impuestos y se le condonan prestamos que el estado proletario les había concedido, se aumentan los precios a los productos que el estado les compraba y en vez de la sustitución gradual del comercio por el intercambio de productos, se fomenta el mismo, se promete no suprimir la propiedad koljosiana por la socialista. En 1957 se le entrega en propiedad a los koljoses la maquinaria agrícola eliminando la Empresa Estatal de Maquinarias Agrícolas, agudizando con estas medidas las diferencias sociales entre los mismos campesinos koljosianos y de estos con el proletariado.

    En lo externo, el apoyo a la construcción del socialismo en las Democracias Populares de Europa del Este y en China, fortaleciendo el campo socialista, al igual   que   el   apoyo   prestado   a   las   luchas   del proletariado de los países capitalistas y a la lucha de liberación nacional de los países dependientes y coloniales, significa un enfrentamiento de la Unión Soviética con el imperialismo yanqui y sus socios, el que había salido más fortalecido de la Segunda Guerra Mundial ante la caída de Alemania y Japón y el debilitamiento de Inglaterra, Francia  e  Italia,  el   que   constituye   alianzas militares como la OTAN ( organización del tratado del Atlántico Norte) y la SEATO (Organización del Tratado del Sureste Asiático) con la finalidad de cercar militarmente a la URSS y a las Democracias Populares, recurriendo al chantaje de una tercera guerra mundial termo nuclear, al cual José Stalin respondió apoyando la lucha revolucionaria de Corea y Vietnam. Chantaje que aceptaron los nuevos dirigentes de la URSS corriendo a la mesa de negociaciones con el imperialismo yanqui para poner fin a la guerra de Corea y Vietnam, lo que justifican con la “convivencia pacífica entre estados con diferentes sistemas económicos” y la obtención de áreas de influencia,  corriendo en ayuda de las “Burguesías Nacionales” de la India y Egipto entre otras, estableciendo relaciones políticas con los tititas de Yugoslavia, los que habían renegado del marxismo-leninismo, pasándose del campo socialista al del imperialismo yanqui a cambio de algunos dólares del Plan Marshall con que éste quería impedir que toda Europa pasara hacer socialista. Los tititas habían sido en 1948 expulsados del movimiento comunista internacional.

EL XX CONGRESO DEL PCUS

     En  el XX Congreso del PCUS realizado en 1956, Nikita Jruchov se había consolidado en el poder después de eliminar físicamente a Beria y políticamente a Malenkov con el apoyo del Mariscal Zhúkov, al que hizo regresar del interior del país. Atacó los principios leninistas de la construcción socialista en la persona de José Stalin a quien acusa de culto a la personalidad, culto que el mismo Jruchov fomentó siendo uno de los principales aduladores de Stalin, al que acusa de persecuciones masivas y asesinatos, ocultando que a los que reprimió Stalin fue a los enemigos del proletariado que pretendían entregar la URSS a la Alemania nazi y a los que quisieron desviarla del camino   socialista,  y   si  se   cometieron excesos se debieron a acciones personales de Bería y del mismo Jruchov cuando era Primer Secretario del Partido Comunista de Ucrania. Con estas acusaciones buscó justificar el desplazamiento de la Dictadura del Proletariado   por  el   “Estado de todo el Pueblo”   permitiendo   que   los elementos corrompidos empezaran a actuar más libremente, resurgiendo el nacionalismo burgués, la acción contrarrevolucionaria de la Iglesia y los agentes del imperialismo yanqui.

     Se glorificó la supuesta “Coexistencia Pacífica” y la “Vía pacífica al Socialismo” lo que traería graves consecuencias para la lucha revolucionaria del proletariado mundial y para la lucha de liberación  nacional de los países dependientes y las colonias, en las cuales el proceso de descolonización no estuvo acompañado con el rompimiento de la dependencia económica de los imperialistas.

      Los acuerdos revisionistas del XX Congreso del PCUS tuvieron consecuencias graves de inmediato para el campo socialista: se desato una cacería de los cuadros estalinistas fomentado por los revisionistas jruchovistas, tomando el control de las Democracias Populares reconocidos revisionistas (exceptuando Albania en donde Enver Hoxa no acepto las presiones de Jruchov). Aprovechando los tititas y el imperialismo yanqui para apoyar las contrarrevoluciones en Polonia y Hungría en 1956, debiendo intervenir directamente el Ejército Rojo en Hungría para defender el régimen de Democracia Popular existente.

LA CRISIS DEL CAMPO SOCIALISTA 

    Al fortalecerse el revisionismo jruchovista al interior del PCUS, después de la derrota política de Molotov, Malenkov y Kaganóvich en 1957, que intentaron derrocar a Jruchov para volver al leninismo, los burócratas del estado y del partido comienzan hacer uso indebido de los bienes del pueblo, la productividad comienza a bajar, fracasa el sexto Plan Quinquenal, los productos de consumo popular escasean ya que se ha dado mayor importancia a la supremacía militar en su pugna con el imperialismo yanqui, lo que conlleva al malestar del pueblo soviético, lo que se busca resolver siguiendo los pasos dados por Polonia que desde 1956 venía aplicando la política económica del revisionismo titista. Es así que se intenta incentivar la producción dando  mayores   incentivos   económicos   y   aceptando    la autogestión en algunas empresas, buscando a la vez mercados extranjeros para sus productos para en alguna medida disminuir sus costos de producción, medida que los va relacionando con el mercado mundial capitalista.En 1964 cae Jruchov el  que   es    reemplazado   por   Brézhnev  que continua con las reformas económicas.
     Por su parte las camarillas revisionistas de los países del este europeo impulsan a mitad de los años 60 políticas económicas de neto corte liberal burgués, destinadas a poner a dichos países en el camino del desarrollo capitalista, lo que ponía en peligro la hegemonía de la Unión Soviética sobre el campo socialista y la integridad de éste, invadiendo el Ejército Rojo a Checoslovaquia   en   1968   terminado   con   la   “Primavera   de   Praga”,  estableciendo así Brézhnev la política de “Soberanía Limitada”  que le daba derecho a los revisionistas soviéticos de intervenir en cualquier país del este europeo, la que extendió con la invasión de Afganistán a todo su área de influencia.

 La crisis de estos países se profundiza cuando se inicia la crisis del capitalismo en los años 70, ya que al ampliar sus relaciones comerciales con los países capitalistas, con lo cual buscan aumentar su crecimiento a costa de dichos mercados ante el estancamiento económico que sufrían por abandonar los principios leninistas para la construcción socialista,  se hicieron más vulnerables a las fluctuaciones de la economía capitalista, ya que al no tener con que financiar sus importaciones por la caída de sus exportaciones, los lleva a contraer una enorme deuda  con los imperialistas, la que aumenta con cada crisis económica del capitalismo.

     Esta situación de deudores de los imperialista de occidente los llevo a ir aceptando cada vez más las presiones políticas a que fueron sometidos para transformar la mal llamada “Economía Socialista” en una economía capitalista dependiente, cambios que eran promovidos y apoyados por la nueva burguesía que se había desarrollado en estos países, que pugnaba por arrebatarle el poder a la camarilla revisionista que lo ostentaba.
LA PERESTROIKA DE GORBACHOV

    En 1985 los sectores revisionistas de derecha suben al poder con Gorbachov, quien para sacar a la Unión Soviética  de  la   profunda crisis económica, política y social en la que está sumida propone su llamada Perestroika (reestructuración),  que en lo interno propone la implantación de la autogestión yugoslava, por la cual se le entrega el control de cada industria a los trabajadores de ésta, las que se regirán por los principios de la   rentabilidad   capitalista,    con   esto   se   pretende   aumentar   la productividad del trabajo, ya que el obrero sabría que la industria era “suya” y que  aparte del sueldo recibiría un porcentaje de las  ganancias. Pero el estado no se comprometía a comprar toda la producción, se elegiría entre los mejores productos y los de más bajo precio, el resto iría directamente al mercado libre, lo que significaba introducir la competencia capitalista en la clase obrera, aquella industria que quisiera seguir en pie y no ser cerrada, debía mejorar la calidad de sus productos y bajar los costos,  el   obrero  que   no   era  útil  debía  ser despedido, ya no corría el principio socialista de que todo ciudadano   soviético tendría trabajo y un sueldo digno, ahora los trabajadores podían quedar cesantes.

     A la vez Gorbachov legaliza toda actividad productiva y comercial que se había estado desarrollando desde los tiempos de Jruchov en forma oculta, existiendo en forma de empresa capitalista. La nueva burguesía pugna por el poder, la que con la política de “Glasnov”  (apertura) se le permite expresarse libremente para promover los principios capitalistas y la descomposición moral como la drogadicción y la prostitución, etc. En el campo se dieron los primeros pasos para privatizar las tierras colectivas, fomentando  con esto el fortalecimiento de una burguesía campesina.
     En lo externo Gorbachov declara, con relación a la dependencia de América Latina, África y Asia del imperialismo yanqui, “No tenemos la más mínima intensión de interrumpir esos vínculos” ya que “no deseamos manejar los asuntos internacionales de una manera que aumente la confrontación” y con relación a la lucha de los pueblos dependientes por liberarse de las garras imperialistas dice “que un conflicto armado de ninguna manera es requisito indispensable para las revoluciones sociales”. Con esta política le declara al imperialismo yanqui y a los demás países imperialistas su renuncia a apoyar las luchas de liberación nacional o revoluciones sociales, que está por respetar la explotación de los imperialistas a los países pobres y dependientes, que lo único que reclama a cambio es que le abran las puertas   del   mercado mundial capitalista, en el cual centra sus esperanzas para salir de la crisis económica.
     Por su parte el imperialismo yanqui en respuesta a la Perestroika, alienta los sentimientos nacionalistas que surgen en las diversas repúblicas soviéticas que se sienten dominadas por Rusia, sentimientos que son fomentados por las nacientes burguesías de dichas repúblicas con el objeto de provocar la caída del régimen soviético. A su vez los imperialistas yanquis presionan a la URSS para que deje de apoyar a los regímenes revisionistas del este europeo, lo que Gorbachov lleva a cabo para obtener ayuda económica y así sacar a ésta de la grave crisis que iba en aumento ante el caos económico que habían producido sus reformas. También lo realiza para obtener como país del “ex campo socialista” más industrializado, mejores condiciones de intercambio con relación a sus antiguos socios.

     El retiro de dicho apoyo a la dirigencia revisionista significó la caída de los países del este europeo a manos de la reacción. Se ilegalizan los partidos  comunistas,    los   que   se   transforman    en    partidos    socialdemócratas, iniciándose el camino al capitalismo. En Rumania ante la resistencia de Ceausescu de entregar el poder a los agentes imperialistas, éstos en compañía de Gorbachov montan un show para llevar a cabo un golpe de estado, siendo asesinado Ceausescu y su mujer. Alemania Democrática es anexada por Alemania Federal, la que no deja atrás su política revanchista y pretende enjuiciar a Honecker, último presidente de Alemania del Este.

     Pero la ayuda financiera no llego a la URSS, los imperialistas sólo le mandaron técnicos para encausar la economía “socialista” en una economía capitalista, mientras no fueran echado abajo los últimos remanentes de una economía planificada y se privatizaran  las empresas estatales, no se le entregaría la ansiada ayuda. Mas en la Unión Soviética, lo mismo que en los países del este europeo, sus nacientes burguesías no tienen suficiente capital para echar andar las industrias que se privatizarán. Tampoco experiencia para dirigirlas, preparándose los capitalistas alemanes, japoneses y yanquis para apropiarse de éstas.

     Por su parte la clase obrera se ha ido haciendo fuerte y está dispuesta a defender su poder adquisitivo, el que se ha reducido ante la baja de la producción, la que ha llegado  al 40%, previéndose fuertes enfrentamientos entre esta y las nuevas autoridades burguesas. 
EL GOLPE DE ESTADO Y SUS RESULTADOS
 Los cambios no eran fáciles porque el sector conservador del aparato de estado y del PCUS se oponían a ejecutar en forma inmediata las medidas políticas y económicas que el imperialismo les imponía, las cuales podían traer  como  consecuencias   la   pérdida   de su   poder, como le había acontecido a sus similares del este europeo. 
     Ante la demora de los cambios la burguesía rusa se atrinchero con Boris Yeltsin en la Federación Rusa y pugna por el poder contra los conservadores y el sector liberal del PCUS liderado por Gorbachov, tomando el camino de las repúblicas bálticas, al ir usurpando atribuciones del Estado Central Soviético, promoviendo el chovinismo gran ruso del tiempo de los zares, el que había renacido con Jruchov en perjuicio del resto de las repúblicas y nacionalidades que constituían la Unión Soviética. Ante la gravedad que significaba el nuevo tratado de la Unión que reemplazaría al existente en la URSS, la mayor autoridad tomada por Yeltsin y el caos económico-político-social por el que pasaba el país soviético, los conservadores, es decir, los burócratas  del estado y del PCUS,   dan  un  golpe  de   estado, el cual nace muerto ya que fue gestado por una reducida camarilla de dirigentes del gobierno central, los cuales desprestigiados ya ante las masas soviéticas, fueron fácilmente derrotados por Boris Yeltsin y sus 10.000 “defensores de la libertad” como los llamo el imperialismo yanqui. Los 10 millones de habitantes de  Moscú, sólo observaron los acontecimientos, instaurándose un régimen fascista en la Federación Rusa, la que toma atribuciones de gobierno central ilegalizando al PCUS, disolviendo la KGB, jugando Gorbachov un papel secundario, esforzándose por revivir a un muerto.

      Hoy la URSS se ha desintegrado, dando paso a la Comunidad de Naciones Independientes, en la cual la Federación Rusa tratará de imponer su hegemonía sobre las demás repúblicas que formaban la Unión Soviética.                                                                                                                                                                         

LA URSS DE LOS REVISIONISTAS JRUCHOVISTAS HA MUERTO



¡¡ VIVA LA URSS DE LENIN Y STALIN!!
Diciembre 1991.-