50 AÑOS DEL TRIUNFO DE LA UNIDAD
POPULAR
El triunfo electoral del 4 de
septiembre de 1973 que llevo a la Presidencia de la República a Salvador Allende
fue la culminación de un proceso iniciado con el “Frente Popular” de 1938, que
permitiría a la clase obrera chilena acumular fuerzas para conquistar el poder
político e iniciar la construcción del Socialismo en Chile.
El camino a seguir por la revolución chilena fue la aplicación de la
estrategia política determinada en el 7º. Congreso de la III Internacional
Comunista para los países dependientes y
semicoloniales, en los cuales la clase obrera debía constituir amplias
coaliciones políticas con los sectores de la burguesía nacional, la pequeña
burguesía urbana y el campesinado para desarrollar una lucha de Liberación
Nacional por independizar el país del imperialismo, desplazando del poder de la
gran burguesía compradora y a los terratenientes feudales, instaurando un
régimen popular y democrático para llevar a cabo la revolución democrático
burguesa.
En Chile le corresponde al PC el impulsar la conformación de los
“Frentes Populares” que iniciaron los gobiernos Radicales de Pedro Aguirre
Cerda, Juan Antonio Ríos y de Gabriel González Videla. Este último en 1947
hecha a los ministros comunistas de su gobierno y hace aprobar en el congreso
la “Ley Maldita”, la ley de defensa de la democracia que declara ilegal al PC
reprimiendo a este y al movimiento obrero, a solicitud del imperialismo yanqui,
el que había iniciado su campaña internacional contra la URSS y el Movimiento
Comunista Internacional.
Este retroceso que sufría el movimiento popular y el PC fue el resultado
de confiar en la burguesía nacional, olvidando su carácter dual que, si bien se
siente afectada en sus intereses por la penetración del imperialismo en el
país, también teme a la clase obrera la reprime cuando se siente fuerte.
Dirección que en su afán de crear un amplio Movimiento de liberación Nacional
había llegado a hacer fervientes llamados al Partido Conservador y Liberal para
que se integraran a este, confiando a su vez en la buena voluntad del
imperialismo yanqui, al cual presentaba como fiel exponente de la democracia,
por lo que estaría llano a ayudar al desarrollo del país.
En 1946 se realiza el XIII Congreso Nacional del PC en
el cual la línea oportunista de derecha es derrotada, tomando la dirección del
partido Ricardo Fonseca quien emprende un proceso de rectificación de la línea
política tendiente a ubicarla en el justo
camino del marxismo - leninismo. Con el golpe fascista
de González Videla se termina la participación de la burguesía nacional en el
Frentes Populares desarrollándose al interior del PC una lucha ideológica entre
la mayoría del Comité Central liderado por Ricardo Fonseca, los que levantaban
un “Programa de Emergencia Nacional” el cual no era el programa de la
revolución democrático burguesa, sólo buscaba restablecer las libertades
democráticas y salvaguardar los interés inmediatos de las masas populares,
contra la minoría encabeza por Luis Reinoso, secretario de organización que,
levantaba el “Programa de Salvación Nacional” que llamaba a organizar a las
masas populares en “Comités de Resistencia” para derrocar al gobierno de
González Videla y llevar a cabo la Revolución Democrático Popular, la que fue
en definitiva rechazada por el partido siendo en 1949 expulsado Luis Reinoso y
los que lo apoyaban, acusados de “Puchistas” por propiciar el salto de las
etapas de la revolución chilena.
En la Conferencia Nacional del PC realizada en 1952, este le da un nuevo
impulso a la estrategia del “Frente de la Liberación Nacional” cuya tarea sería
establecer un gobierno de Liberación Nacional constituido por una amplia
coalición de partidos cuyo eje seria la alianza PS-PC y su forma de lucha la
movilización de las masas populares. Gobierno que tendría que llevar a cabo las
tareas de la Revolución Democrática Burguesa: terminar con el latifundio y su
sistema feudal, la industrialización del campo y la implantación de todas las
libertades democráticas. Su finalidad no sería terminar con el capitalismo,
menos la construcción del socialismo, sino terminar con la dependencia del
imperialismo yanqui y el poder de la burguesía monopólica y terrateniente.
Esta nueva etapa política se inicia con el “Frente del Pueblo” para
enfrentar las elecciones presidenciales de 1952, campaña que asume el PC en la
clandestinidad y contando con sólo una parte de los socialistas como aliado;
pasando a constituir en 1958 el “Frente de Acción Popular” (FRAP) esta vez con todo el socialismo chileno como
aliado, tanto en las elecciones del 52,58 y 64 el abanderado es Salvador
Allende.
Desde 1956, después
de XX Congreso
del PCUS, en
su X Congreso nacional el PC
chileno hace suyas las conclusiones del partido soviético, en la que se
reconoce la posibilidad de llegar al socialismo, por “Vía Pacífica”. Si bien el
PC chileno nunca se había planteado la lucha armada (salvo cuando fue planteada
por Reinoso) para instaurar la democracia proletaria en Chile, tampoco
se había definido
por la instauración del Socialismo
por “Vía Pacífica”, comenzando por plantear en su XII Congreso Nacional en
1962, que ”la revolución y el gobierno que anhelamos no se propondrá fortalecer
el capitalismo, buscara el desarrollo por una vía no capitalista” y en ningún
caso se plantea el problema de la vía armada, por lo contrario define este
desarrollo no capitalista través de la “Vía Pacífica” pasando del ”Frente de
Liberación Nacional” a plantear abiertamente la posibilidad de instaurar el
socialismo de esta forma si se lograba instaurar un gobierno popular y obtener
la mayoría en el parlamento para impulsar las reformas necesarias y así cambiar
el carácter del estado de la sociedad chilena, siendo este planteamiento la
base de la campaña presidencial de 1970.
Frente al ascenso de las luchas y combatividad de la clase obrera, era
evidente que en la dirección del PC había surgido una desviación de derecha que
negaba la Revolución Democrático Popular, paso obligado del proceso
revolucionario chileno para romper la resistencia de las clases reaccionarias a
las reformas democráticas burguesas impulsadas por un gobierno popular y así
poder recién echar las bases para iniciar la construcción del socialismo.
El ascenso de las luchas y combatividad de la clase obrera, así como del
resto de los trabajadores y campesinado chileno, los que adoptan nuevas formas
de lucha como la toma de industrias y tierras, van agudizando cada día más en
los años 60 la lucha de clases en Chile, lo que permite el triunfo electoral de
la “Unidad Popular” (coalición de partidos populares hegemonizada por el PS y
el PC), llegando Salvador Allende a ser presidente de la república. Así tenemos
que habiendo delineado el
PC una línea correcta para el proceso revolucionario chileno en la
Conferencia Nacional de 1952, a este se le infecta con la línea revisionista
jruchovista y el objetivo de la UP que era de establecer un gobierno de
Liberación Nacional, antimonopolista y antiimperialista, se le disfraza con la
“Vía de Desarrollo no Capitalista” que llevaría paulatinamente por vía pacífica
y parlamentaria a construir el Socialismo en
Chile, negando el paso
siguiente del proceso revolucionario que debía seguir:
”Frente de Liberación Nacional” que le permitiría al proletariado ganarse al
campesinado y a la pequeña burguesía
urbana como aliado y a la vez neutralizar a sectores de
la burguesía nacional, aislando así a la gran burguesía monopólica
y crear un gran sentimiento nacional antiimperialista.
Por su parte el MIR y otros grupos que, habían surgido bajo la
influencia de la Revolución Cubana y
sectores del PS plantean la instauración del Socialismo de
inmediato en Chile, saltándose la etapa de la Revolución Democrática Popular,
cayendo en las posiciones del Trotskismo.
Al calor de la polémica que surge abiertamente en el Movimiento
Comunista Internacional en 1960, nace el Partido Comunista Revolucionario, el
que si bien plantea la etapa de la Revolución Democrática Popular durante el
gobierno de la UP cae en posiciones izquierdistas al no comprender el proceso
revolucionario que se estaba viviendo y se encierra en una ilegalidad de corte
infantil, atacando al gobierno de Allende, colocándolo al mismo nivel de los
grandes enemigos del pueblo, la gran burguesía monopólica terrateniente y el
imperialismo yanqui, aislándose de las masas populares que estaban con la
Unidad Popular, no teniendo ningún rol importante en la política nacional,
exceptuando el trabajo realizado con los campesinos mapuches a través del
movimiento “Netuaiñ Mapu” y en uno que otro sindicato obrero.
El gran actor en esta etapa de la lucha de las clases en Chile es la
clase obrera que tomo como suya las banderas rojas del Socialismo, arremetiendo
con fuerza en la política nacional sobrepasando al gobierno y a los partidos de
la UP en la lucha contra la burguesía monopólica y a la que se le expropio las
industrias y las empresas por encima de la cuota que la UP había acordado con
la DC, habiéndose extralimitado en
estas al atacar a sectores de la burguesía media y de la pequeña burguesía
urbana, incitada por los sectores de la ultraizquierda. También el proletario
agrícola y los pequeños campesinos jugaron un papel relevante al llevar
adelante la Reforma Agraria, tomándose las tierras y expulsando de estas a los
terratenientes.
En el último año de la Unidad Popular, esta se había fortalecido en las
urnas, el pueblo le apoyaba, pero a su vez los grandes explotadores nacionales
con el apoyo del imperialismo yanqui habían montado un complot
para desestabilizar al
gobierno de Allende, desatando el boicot económico, el
desabastecimiento de los artículos más esenciales, teniendo el control de
los medios de
información van creando una
sensación de crisis, de caos e inseguridad a los pequeños burgueses y a la gran masa, la clase media como se les
llamaba a los trabajadores de cuello y corbata. A su vez la Derecha política y
la DC estaban en una alianza para desde el Congreso declarar el gobierno de Allende inconstitucional, llamando
a los militares a intervenir, llegando el 11 de septiembre de1973.
La Unidad Popular, principalmente el PC, en vez de oponer la
movilización combativa de la clase obrera y del campesinado que la apoyaba
contra los planes de la reacción, cede a las presiones de esta llegando a entregarle
los medios para desarmar a la vanguardia de la clase obrera, a los que
desmoviliza. Los que son masacrados en los primeros días del Golpe de Estado.
Después de 17 años de Dictadura Militar se restablece la democracia
burguesa, la que queda sometida al control de las fuerzas armadas
principalmente del ejército y a la voluntad de Pinochet.
Hoy en día el PC en vez de retomar el camino correcto, la estrategia de
“Liberación Nacional”, plantea un camino ajeno a los principios revolucionarios
del marxismo-leninismo al insistir en la “Vía Pacífica al Socialismo” dentro
del Estado Democrático Burgués con pluripartidismo y alternancia en el poder
con los partidos burgueses. Por su parte los llamados partidos
“Marxistas-Leninistas” no sobrepasan la etapa del voluntarismo, insistiendo en
clichés que no interpretan el movimiento político nacional y el sentir de las
masas, desechando a su vez la etapa de “Liberación Nacional” por considerarla
revisionista.
El Partido Comunista Revolucionario al hacer este recuento histórico del
desarrollo del movimiento popular chileno, está en la línea proletaria para la
revolución chilena que se expresa en sus tesis programáticas: “La lucha por la
democracia, y un Gobierno Popular y Democrático para avanzar a la Revolución
Democrática Popular y el Socialismo”.