ENGELS
EN LA LUCHA POR
EL
MARXISMO REVOLUCIONARIO
Ante un nuevo
aniversario del nacimiento de Federico Engels (29 de noviembre 1820) hemos
querido resaltar una vez más su gran labor teórica junta a Carlos Marx creando
el Socialismo Científico en la
organización del Partido Proletario Internacional y la fundación del Movimiento Comunista Internacional, reproduciendo parte del discurso pronunciado por D.
Manuilski en la XXII sesión del VII Congreso de la Internacional Comunista, el
5 de Agosto de 1935.- con ocasión de un nuevo aniversario de su muerte.
ENGELS
JEFE DEL PROLETARIADO
Y
MAESTRO DE TACTICA PROLETARIA
Engels no era
solamente un formidable teórico del proletariado. Al igual que Marx, era, ante
todo, un revolucionario. Como Marx,
el verdadero elemento de Engels era, ante todo la lucha,, una lucha tenaz, consecuente, apasionada, por el comunismo.
Primera mitad de la
década 40.- El joven Engels extiende las alas. Rompe con el medio filisteo
cristiano-prusiano, se abre camino hacia el socialismo proletario. Traba
conocimiento con Marx. Queda sellada su alianza de lucha, la gran amistad entre
los dos genios del comunismo proletario. Juntos, elaboran el famoso “Manifiesto
del Partido Comunista”, el primer documento programático del comunismo
internacional.
Revolución
de 1848.- Engels forma filas de la “Nueva Gaceta Renana”,
donde, con Marx, apoya a la extrema izquierda de la democracia, poniendo
implacablemente al desnudo sus vacilaciones y defendiendo los intereses
especiales del proletariado en la revolución burguesa.
Año
1860 y siguientes.- Se forma el primer partido
proletario internacional, la Primera Internacional, en cuya labor toma Engels,
con Marx, la parte más activa. En la Primera Internacional, las teorías de Marx
y Engels obtienen un triunfo decisivo sobre todos sus adversarios.
La Comuna abre una nueva época en la
historia de la humanidad. Surgen nuevas tareas: pasar a la creación en los
distintos Estados, de partidos proletarios de masa, sobre cuyo desarrollo
ejerce Engels una influencia decisiva.
Ya en 1846, a los
veintiséis años, Engels formulaba con una precisión asombrosa las tareas de los
comunistas:
“1.- Hacer valer los
intereses de los por oposición a los de los burgueses. 2.- Hacerlo por medio de
la abolición de la propiedad privada y su substitución por la comunidad de
bienes. 3.- No reconocer otro medio para llevar a cabo estos propósitos que la
revolución democrática violenta.” (Engels. Marx y Engels. (Gesamtausgabe), ed.
De Obras Completas. Selección III. T. 1, pág. 50.)
Muchos años después,
Engels, decía:
“Queremos la supresión
de las clases: ¿Cuál es el medio para alcanzar este fin? La dominación política
del proletariado… Pero el acto político supremo es la revolución; el que
reconozca esto, tiene que aspirar a los medios, a los actos políticos que
preparan la revolución, que capacitan a los obreros para la revolución y sin
los cuales los obreros, al día siguiente de la batalla, se verán siempre
engañados por los Favre (Republicano burgués) y los Pyat (Radical pequeñoburgués)…
El Partido no debe constituirse como
apéndice de ningún partido burgués, sea el que fuere, sino como partido
independiente, con su meta propia y su política propia” (Del discurso
pronunciado por Engels en la Conferencia Londinense de la Primera Internacional
(el origina se conserva en el Instituto Marx-Engels- Lenin).
Y al servicio de
estos objetivos se consagró toda la lucha de Engels, lucha que duró medio
siglo.
Lo que caracteriza a
Engels como político de la clase obrera fue formulado con precisión por Lenin.
Es:
“… una compresión
profundísima de los fines radicales, de
transformación del proletariado y una determinación extraordinariamente
flexible de las tareas concretas de la táctica, desde el punto de vista de los
fines revolucionarios y sin hacer la más leve concesión al oportunismo, ni a la
fraseología revolucionaria” (Lenin Obras Completas (Ed.rusa), t. XVII, pag.
30).
En adelante, quiero
detenerme con algún detalle en Engels como maestro
de táctica proletaria. Para nuestros Partidos, para la dirección de
nuestras Secciones hay mucho que aprender en los brillantes ejemplos modelos
del arte táctico del gran generalísimo del proletariado.
Del rico tesoro de
tesis tácticas elaboradas y aplicadas por Engels durante su actuación práctica,
tocaré solamente algunos problemas que guardan una relación directa con la tarea central del VII Congreso: la tarea
de preparar y organizar a la clase obrera y a todos los trabajadores para las
luchas decisivas.
En tiempo de Engels,
habían no pocas gentes, como las hay también hoy, que no concebían la
revolución proletaria de un dialéctico, sino de un modo mecánico: en un campo,
los revolucionarios consecuentes, “puros”; en el otro, la masa reaccionaria
compacta. Nada de cambios en la correlación de las fuerzas de clase,, pues
todas las clases ocupaban de una vez para siempre la posición que se les había
reservado en el esquema revolucionario; nada de capas intermedias vacilantes,
pues todas ellas se hallaban clasificadas de antemano en el catálogo de la
reacción; nada de vanguardia y reserva, pues todas ellas representan la masa
revolucionaria compacta; nada de masas que se acercan solamente a la
revolución, pues estas masas se hallan ya incluidas de antemano en el campo de
la vanguardia revolucionaria; nada de etapas en el desarrollo de la lucha
revolucionaria, pues las masas han sido trasladadas por un camino escabroso a
la categoría de la clase superior “de la lucha final”; nada de labor cotidiana
del partido revolucionario para instruir y preparar a las masas para la lucha,
pues las masas esperan solamente la ocasión para lanzarse a la batalla bajo la
dirección de los caudillos archirrevolucionarios; nada de preparación
organizativa que acelere el desar4rollo del movimiento, pues la fuerza
elemental de este movimiento trabaja a favor nuestro. A este tipo de gentes se refería
Engels cuando se burlaba del siguiente esquema del desarrollo de la revolución.
“Todos los partidos
oficiales unidos aquí en un montón, y
allí los socialistas en una columna; gran batalla
decisiva, triunfo en toda la línea con un solo golpe. En realidad, las cosas no
ocurren de un modo tan sencillo. En la realidad, la revolución comienza, por el
contrario …cuando la gran mayoría del pueblo y con ella los partidos oficiales,
se unen contra el gobierno, que de este modo se ve aislado, y lo derriban, y
solo después que aquellos partidos oficiales que todavía son posibles, se echan
a pique entre sí unos contra otros, y unos tras otros, sólo entonces, se
establece la gran divisoria… y con ella la probabilidad de nuestra dominación.
Si nos empeñásemos… encomenzar la revolución sin más por el último acto, lo pasaríamos
lamentablemente mal…” (Marx-Engels
“Cartas a A. Bebel, W. Liebknecht, K. Kautsky y otros. (Ed. Alemana),
1933, pág.275).
Estas brillantes
tesis de Engels sobre el curso y el desarrollo de la revolución es desenvuelta
aun con mayor claridad y de un modo más completo por Lenin
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